Guanyar Alacant, la formación con la que EU y Podemos concurrieron a las pasadas elecciones municipales, conocía desde octubre que su edil Nerea Belmonte había adjudicado un contrato por 7.163 euros a una empresa de dos amigos suyos. El partido, sin embargo, no adoptó ninguna medida contra la todavía concejala. Directamente, lo tapó. Este diario tuvo constancia ayer de que el tema se abordó durante la asamblea número 67 del Círculo de Podemos de la capital. A ese cónclave, reservado en principio para los inscritos en el partido de Pablo Iglesias, se invitó a otra de las concejalas de Guanyar, Marisol Moreno (EU).

Ésta abrió la asamblea, dio a conocer las primeras impresiones que tuvo como edil y lamentó el «descontrol» que se encontró en el ayuntamiento tras tomar posesión del cargo. Tras ella intervino su compañera Nerea Belmonte. Y a continuación se abrió, como de costumbre, un turno de preguntas. Uno de los allí presentes se interesó entonces por la adjudicación que la Concejalía de Acción Social había realizado a la empresa Techdata, propiedad de dos amigos de Belmonte, para gestionar su comunicación y otros servicios para actos. La concejala de Podemos ofreció entonces las explicaciones que estimó pertinentes. Afirmó que al jefe de Modernización en el Ayuntamiento le pareció «bien» externalizar el contrato para poner en marcha una nueva web de la concejalía, dijo que sólo se presentó Techdata al concurso público e insistió en que ella no intervino «para nada». «Yo no participo en la selección de los contratos», zanjó.

Mientras, Marisol Moreno la escuchaba. Es decir, tuvo conocimiento de que la mercantil se había hecho con el contrato. Pero ahí quedó todo. Guanyar descartó adoptar medidas contra la edil y tampoco la conminó a justificar esa adjudicación ante la asamblea de la propia coalición.

El partido que lidera Miguel Ángel Pavón, sin embargo, cambió de postura el 15 de marzo. Justo, cuando salieron a la luz las adjudicaciones. Con Marisol Moreno envuelta en dos recientes escándalos -la Audiencia Nacional la condenó por injurias a la Corona y la edil acusó al PP de celebrar sus juntas de gobierno en un burdel-, el vicealcalde, Miguel Ángel Pavón, instó a Belmonte a dar explicaciones ante la coalición. «Son los organismos de Guanyar los que tienen que valorar su actuación», afirmó. Y la formación habló el pasado miércoles. Los inscritos aprobaron por amplia mayoría, un 76,7%, que debía dimitir de manera inmediata. Pero ella lo descartó. Al menos por ahora. Es más, abandonó la asamblea de manera prematura al entender que ese cónclave no reunía las garantías necesarias.

Sin embargo, la presión para que renuncie a su acta de concejal va aumentando con el paso de los días. A la exigencia de Guanyar se suma también la de los otros dos socios de gobierno: el PSOE y Compromís. Pero es que, además, su círculo de confianza le ha recomendado estos días que dé un paso atrás para salvaguardar tanto su imagen como la de Podemos. La incógnita se despejará previsiblemente mañana, cuando Belmonte regrese al Ayuntamiento. O bien comunica su dimisión o bien se enroca y mantiene el cargo.