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Bronca de Bonig a los diputados del PP: "El que se ponga de perfil, al mixto"

Malestar en el grupo por las quejas de la portavoz sobre la supuesta falta de implicación de los parlamentarios

Bonig arrancó su comparecencia ante las Corts advirtiendo que los casos de corrupción no iban a parar al PP en su labor de oposición y anunciando toda una batería de peticiones de comparecencias. «Si quieren jugar, vamos a jugar», indicó Bonig en su habitual tono duro contra un tripartito basado, según dijo, en el «odio, el rencor y el sectarismo». Su tono bronco, en realidad, venía de antes. Bonig, que asiste con impotencia a cómo los casos de corrupción arruinan todos los intentos de hacer oposición, parece que está descontenta sobre cómo está funcionando el grupo parlamentario. Y así lo dejó claro en la reunión que antes de la rueda de prensa había mantenido con los 31 diputados a los que, según varias fuentes, leyó la cartilla porque, en su opinión, se están poniendo de perfil y no están implicados en hacer oposición. Según las citadas fuentes, la también portavoz del grupo llegó a decir que quien no esté dispuesto a ir a por todas, no tiene sitio en el PP. «Al mixto», apostilló. Además les instó a apretar al Consell y a pedir todo tipo de comparecencias.

Bonig no señaló a nadie, pero algunos parlamentarios salieron con mal sabor de boca de la reunión. Además, llueve sobre mojado. En una cita anterior, Bonig ya se había quejado de que supuestamente hay diputados que no quieren dar la cara ante los medios de comunicación.

Aunque todos los presentes guardaron silencio ayer, el tono de Bonig ha generado malestar entre quienes, aunque no se sienten aludidos, piensan que es injusto que la lideresa pague con ellos su nerviosismo por la crisis abierta en el partido y que tiene como telón de fondo la gestión de las consecuencias políticas de la Operación Taula.

Algunos se quejan de que si no participan más es porque Bonig sólo cuenta con algunos de ellos, su gente más afín.

Conflictos internos a un lado, Bonig centró ayer sus criticas al Consell en su inactividad. Indicó que hay «datos objetivos que corroboran que trabajan poco» y puso como ejemplo que «en Semana Santa ningún conseller tuvo apenas agenda pública». Sólo salvó a Puig que el martes tuvo actos. Pidió suprimir la Generalitat para que gobiernen los tecnócratas.

Los aguijones fueron sobre todo contra la vicepresidenta Mònica Oltra. Mostró dos fotografías: una del pleno del Consell del 16 de marzo, ataviada con el tradicional moño fallero y otra de personas en cola para recibir alimentos. «Mientras Oltra salía de fallera siguen produciéndose colas de gente para recibir alimentos que lo está pasando mal, tienen la tesorería y la caja para cambiar la vida de las personas, pero no saben hacerlo», soltó. El portavoz de Compromís, Fran Ferri, no tardó en responderle: «Bonig quiere tapar su irrelevancia en el seno del partido con un esperpento continuado», dijo.

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