La diputada de Compromís Isaura Navarro alega que no es alto cargo y que por tanto la proposición que ella misma tramita en las Corts sobre incompatibilidades no le afecta. Navarro es una de las personas que opta a ocupar una de las dos plazas de letrada que las Corts someten a oferta pública. La parlamentaria no tiene intención de dar marcha atrás y solo lo hará si cuando llegue el examen no se siente preparada, pero rechaza la polémica que su pretensión de formar parte de esa oposición ha provocado.

La parlamentaria esgrime un decreto de diciembre de 2009 por el que el Consell crea el registro de actividad y bienes y considera altos cargos a los miembros del Consell, secretarios autonómicos, subsecretarios y directores generales; responsables de entidades dependientes de la Generalitat, directores y gerentes de fundaciones cuyo trabajo sea retribuido, pero en ningún caso a los diputados.

La posible participación de la diputada de Compromís en la oposición a letrada obligará a la Cámara a cambiar las bases del examen. La parlamentaria quiere seguir adelante al considerar que no existe incompatibilidad, pero entre los miembros de la Mesa y en los grupos el malestar es creciente. Todos los partidos huyen del tribunal que podría examinar a la diputada.

Las bases recogen que ese órgano calificador lo componen el presidente o vicepresidencia en que delegue y dos miembros de la Mesa de distinto grupo, además del letrado, funcionarios y un catedrático universitario. Sin embargo, la mayoría de los miembros de la Mesa rechaza tomar parte, lo que obligará a cambiar las bases y optar por un tribunal externo.

El presidente, Enric Morera, del mismo partido que la diputada y por la que declara «simpatía», es el primero que evitará tomar parte. Tampoco lo hará la vicepresidenta primera, la socialista Carmen Martínez, que ayer mismo trasladó a Morera su malestar por la situación, hecho que el propio presidente de las Corts comparte. También el representante de Podemos se ha descartado.

En Ciudadanos creen que la diputada está en su derecho de optar, pero consideran que es poco estético que lo haga. En el PP aseguran que hay incompatibilidad e incluso van a pedir la comparecencia de la diputada en la comisión de Coordinación de las Corts.

Fuentes parlamentarias hablaban ayer incluso de indignación entre los máximos responsables de las Corts por la situación creada. Entienden que puede ser legal que oposite, pero molesta el hecho de que sea ella, además, la diputada que ha presentado una ley de incompatibilidades de altos cargos que consideran muy exigente y restrictiva. En la Mesa de las Corts consideran que lo mejor sería que diera marcha atrás en su pretensión de opositar, aunque admiten que se trata de una decisión personal.

Ayer mismo, Compromís reunió al grupo parlamentario y se abordó la cuestión. El apoyo en el grupo es unánime. Pero ese consenso no existe en Compromís donde la división en este asunto existe. Fuentes cercanas a la vicepresidenta, Mónica Oltra, señalan de forma gráfica que «en el cargo va la carga» y consideran que en ocasiones los políticos pueden verse obligados a tener que hacer renuncias. Las fuentes señalan que es difícilmente explicable sobre la base de la transparencia que debe ser inherente a los cargos públicos y tampoco resulta conforme a la práctica política y teórica que mantiene Compromís sobre las actitudes de sus dirigentes, dicen.

El presidente de las Corts, Enric Morera, aseguró ayer a Levante-EMV que no puede privarse a la diputada del derecho constitucional que tiene a presentarse a una oposición.

Sin embargo, Morera entiende que su presencia es un hecho «novedoso» que obligará a reforzar la transparencia del proceso selectivo. El presidente del Legislativo valenciano propondrá a la Mesa que adopte todas las medidas «para que no exista ningún elemento que pueda afectar al proceso de selección», añadió.