El exvicealcalde de Valencia, Alfonso Grau, visitó ayer la Ciutat de la Justicia para ofrecer su versión de los hechos sobre la Operación Clepsidra que provocó su detención el pasado 22 de febrero. Según explicaron a Levante-EMV fuentes cercanas al exregidor, «Grau no participó en el proceso de adjudicación del único contrato que se investiga en esta causa: los viajes de personas mayores sufragados por el Ayuntamiento de Valencia». Según las mismas fuentes, Grau «solo participó en la junta de contratación [que adjudicó el servicio], sin intervenir en el resto del proceso. Un contrato que adjudicaron él y dieciséis personas más», alegan fuentes de su defensa. «Si no hubiera firmado habría cometido un delito de prevaricación administrativa porque la empresa adjudicataria fue la que mejor puntuación obtuvo y ninguna de las otras dos empresas que optaban a la adjudicación recurrieron», explican las mismas fuentes.

Grau también achaca a una «coincidencia» el hecho de que el mismo día que se firmó el contrato del servicio de autobús para mayores, el empresario acusado del cohecho comprara «once relojes» en la Joyería Rabat. Una compra de la que Grau se desmarca completamente. El exvicealcalde de hecho achaca como origen de esta investigación a una «denuncia de la Agencia Especial de la Administración Tributaria (AEAT) por la que se investiga a Rabat» y en la que se habrían visto envueltos el exregidor y el empresario.

El exvicealcalde y el empresario están siendo investigados por un presunto delito de cohecho y otro de blanqueo de capitales por la Fiscalía Anticorrupción y el Juzgado de Instrucción número 19 de Valencia.