«Me parece bien que haya renunciado, que haya dado la cara y que se haya explicado». La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, se mostró ayer partidaria de la decisión adoptada por la diputada de Compromís Isaura Navarro, que ha decidido renunciar finalmente a presentarse a la convocatoria de una plaza de letrada en la cámara autonómica, tras las críticas surgidas, como ayer publicó en exclusiva Levante-EMV. Es más, Navarro realizó ayer un comunicado en el que anunciaba su renuncia ante «el revuelo y la confusión mediática ocasionada», tras recalcar, eso sí, que ella es «una diputada rasa» que no forma parte del gobierno por lo que «es ajena a actuaciones susceptibles de incurrir en incompatibilidades» ya que legalmente no se la puede considerar como un alto cargo.

La pretensión de la diputada de Compromís de optar a una de las dos plazas de letrada que ha convocado las Corts se había convertido en los últimos días en la gran polémica político por el malestar que había generado entre los grupos políticos en las Corts, que rechazaron formar parte del tribunal. Las críticas, el jueves, del conseller de Transparencia, Manuel Alcaraz, que animó a Navarro a renunciar y las del entorno de Oltra han resultado decisivas para que Navarro diera marcha atrás en su intención. Oltra vino ayer a confirmar tras el pleno del Consell lo que ya se conocía, que estaba abiertamente en contra de que Isaura Navarro optara a la convocatoria. Oltra evitó ayer ser más explicita, aunque alabó que Navarro haya dado la cara.

Las palabras de la vicepresidenta ya fueron decisivas el pasado mes de diciembre para forzar la renuncia del marido de Carmen Montón a la gerencia de Egevasa para la que había sido nombrada. Entonces, Oltra aseguró que aquella contratación no le parecía ni ética ni estética y el fichaje dio marcha atrás.