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«Si te indignas por los refugiados, también por el aborto»

«Es un fenómeno dramático, pero abriendo las fronteras sólo provocaríamos una crisis de civilización en Europa»

¿Por qué implicarse más en los embriones que en los niños que se mueren en otros países o en los que no tienen una vida digna aquí?

Porque el ser más indefenso de todos es el embrión. Se le puede destruir en el lugar aparentemente más seguro: el vientre de la madre. Y por un nuevo supuesto y falso derecho que nos hemos inventado, la madre tiene el derecho de acabar con ese ser. Hay que ir a la raíz. Y la raíz es la defensa del más indefenso.

No de la libertad a decidir.

No hay debate entre dos derechos. El niño tiene derecho a vivir, y la madre la obligación de traerlo al mundo una vez ha decidido ser madre.

A veces no lo decide…

Eso es la excepción.

Usted ha calificado el aborto como una práctica bolchevique o totalitaria. ¿Por qué?

Por la práctica histórica. El nazismo era máximo aborto y eutanasia. En la URSS, el régimen era implacable con las personas. El totalitarismo está muy unido al aborto. Una persona que se angustia por los refugiados se debería indignar al ver en las ecografías cómo se mata a un embrión, a una persona, con el aborto.

Ni su partido apoya esa línea.

Es que a mí me parece un disparate la posición de mi partido.

¿La Europa que deporta a refugiados es la Europa humanista que usted desea o la realista?

El fenómeno es dramático, pero la solución no es acoger a todos los refugiados. Abriendo las fronteras sólo provocaríamos una crisis de civilización en Europa. A mí me parecen injustas las acusaciones terribles que se hace a Hungría, Polonia o Eslovaquia sobre una presunta inhumanidad. Es más complejo. Debemos estar presentes en el lugar del conflicto para que no exista una barbarie que los expulse a Europa.

¿Y mientras, qué hacemos?

¡Ah! La solución no es de política de extranjería y fronteras.

Usted es católico. ¿Jesús vería bien esas políticas de Hungría?

¡No me atrevo a hablar por Jesús!

¿Y el cristianismo?

El cristianismo, además de una religión, es una civilización. Y hay que saberla preservar. No encerrándonos, sino desde el sacrificio de estar en los lugares donde es perseguida: Pakistán, Siria, Irak… Por comodidad hemos desaparecido de esos lugares.

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