Los juzgados de Primera Instancia de Valencia han dictado 10.500 sentencias sobre productos bancarios complejos, tras recibir una avalancha de 18.000 demandas en los últimos tres años. Una efectividad que los jueces valencianos han podido resolver a pesar de la endémica falta de medios que sufre la justicia. No en vano, el titular del Juzgado de Primera Instancia número 1 de Valencia, Juan Carlos Mompó, ha sido elegido como «el juez más eficiente de España» por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). «Los jueces han realizado un buen trabajo porque su respuesta a este enorme problema ha sido razonablemente buena», destacó el decano de los jueces de Valencia, Pedro Viguer, al presentar en rueda de prensa la «Estadística de registro y reparto de asuntos» del Decanato de los Juzgados de Valencia de 2015.

Tampoco les van a la zaga los 21 Juzgados de Instrucción de Valencia que actualmente investigan 38 causas complejas, «la inmensa mayoría relacionadas con casos de corrupción». Un incremento de trabajo que ha obligado a reforzar con un juez de apoyo tres juzgados: Instrucción 15 que investiga el caso Emarsa, el caso Palau, la Oktoberfest o Eresa; Instrucción 18 que impulsa la macroperación Taula y el presunto blanqueo de capitales en el PP de Valencia e Instrucción 21 que se encarga de investigar el Caso Blasco, las irregularidades en el IVAM y el accidente del metro del 3 de julio.

«La idea es que cada juzgado cuente con un refuerzo cuando conozca de una o varias causas complejas que exijan dedicación exclusiva», explicó Viguer.

Por el contrario, sí que han descendido los concursos de acreedores en los juzgados de lo mercantil, al pasar de 904 en el año 2013 a 572 en 2015, «aunque esta cifra cuadruplica los procedimientos que se registraban antes de la crisis económica». También se han reducido ligeramente los casos de violencia sobre la mujer al pasar de 4.8450 en 2014 a 4.351 en 2015, lo que supone un descenso del 10,3%.

En conjunto, según Pedro Viguer, los juzgados valencianos son los quintos en litigiosidad en toda España (192 demandas por cada 1.000 habitantes), aunque ocupan el quinto puesto por la cola en jueces (10,6 cada 100.000 habitantes cuando la media española son 12 y 21 en Europa). «Y los presupuestos en justicia son escasísimos». Un mal endémico «Esto es como el "Día de la marmota"», criticó.