¿Qué le inquieta más del triángulo maldito formado por déficit, deuda e impagos?
A fecha de hoy, el déficit, que es de lo que nos acusa la Unión Europea. La deuda es una batalla perdida y que se tendrá que resolver por mecanismos extraordinarios, y la liquidez dependerá de aquellas cosas que se redefinan como obligación de la Generalitat.
Pero el Consell incumple el déficit desde hace años y nunca ha pasado nada....
Con la ley en la mano se tendrán que tomar medidas. Hasta que se aprobó la ley de estabilidad hace cuatro años no había ningún mecanismo expreso. Por razones de poca valentía política por parte de Rajoy no se tomaron medidas. La de Valencia era una situación abracadabrante. En el momento que llega el aviso de Bruselas, pilla a este Gobierno en funciones. Me atrevería a aconsejar que antes de que haya gobierno se produzca una discusión no politizada.
¿Cree entonces que las sanciones deberían haber llegado antes a la Comunitat Valenciana?
Sí, sin lugar a dudas. No fue valiente Rajoy cuando tuvo que poner estas medidas en la etapa del PP aquí. Nos hizo un daño tremendo a los valencianos porque no dio el mensaje de la gravedad en que estábamos. Seguimos pensando que había un fodo de armario, pero no lo hay. La gente ignora lo que es el FLA. El FLA no es más que una oficina de Madrid que consigue financiación en otras partes, fundamentalmente del Banco Central Europeo. El hecho de que se haya permitido el endeudamiento de España durante la crisis no significa que pueda durar mucho. En resumen, se equivocó de Rajoy al no avisarnos y nosotros no haciendo devolver algunas atribuciones.
¿Se refiere a competencias?
Sí, sin duda.
El Consell insiste en que tiene un problema de ingresos, no de gastos. ¿No sería injusto que encima de la infrafinanciación se nos castigara?
Es un tema muy delicado. En su día se tomaron decisiones de financiación y llegó el momento en que este modelo, que no creo que sea lo terrible que se ha dicho, entró en crisis. Aquí no hubo un estudio de profundidad de lo que pasaba; en otros sitios, como Galicia, fueron más cuidadosos. Aquí ha fallado la inteligencia, que no tiene que ver necesariamente con un partido u otro. No entiendo ver esto como un castigo. El castigo es la inseguridad respecto a nuestros sistemas básicos, que están en riesgo. ¿Qué castigo sería que tuviéramos un servicio centralizado de sanidad? No digo lo mismo con Educación porque tiene unas derivaciones defendibles desde el punto de vista regional. No entiendo esa visión de que porque nos quitan las competencias a los valencianos somos maltratados. Precisamente la desigualdad ha venido por la incapacidad previsora y por la forma en que se ha gestionado.
¿Plantea entonces un cambio en el Estado de las autonomías?
Sí, indudablemente. El presidente Puig ha dicho algo muy razonable en Madrid: reunámonos los presidentes y discutamos con Europa los recortes que nos van a venir. Naturalmente, las cosas están para adaptarse. La sanidad es un sector de demanda infinita y no sé cuál es la solución, pero no me creo que podemos conseguir esta situación de minimax a base de dividir por 17 y que cada una de las comunidades esté contenta. ¿Por qué se debe dar una mejor asistencia sanitaria a partir de grupos de 5 millones o de dos, que dando a un colectivo de 45?
Entonces, ¿el tiempo de pedir un cambio del sistema de financaición ha pasado?
Hemos de plantearnos aquellas cosas que son realmente básicas y a las que un país como España pueda llegar, que no son todas. Hay cosas que deben analizarse con aire jacobino porque no se asegura la igualdad repartiendo en trocitos lo que se tiene. Hay otra manera históricamente de que un único punto lo haga.
Alguien podría decirle que se empieza por la sanidad y se acaba con las autonomías.
Surge la acusación terrible de que eres un recentralizador, pero esto es una discusión que no tiene nada de económica. El debate es qué cosas pueden ser controladas y pueden ser autonómicas y qué cosas no. Y esto nos lleva a situaciones tan ilógicas como cálculos de si a la Comunitat Valenciana le hubiera tocado la media. Esto es una pura ingnorancia matemática. Si hay una media, algunos están abajo y otros arriba. Los informes solo sirven para decir qué desgraciado soy.
Insisto: ¿está caduca ya la reivindicación de la financiación?
España tiene un problema de Estado. No tengo claro que se arregle separando las campañas de vacunación. La experiencia no es buena. Aquellos que eran realmente diversos se acaban marchando. Hemos decidido usar el modelo como un mecanismo de nivelación de las tierras. Y eso no ha salido. Tambén deberiamos pensar si el tema ético ha funcionado bien en las distintas comunidades, ha sido bueno esta extensión de poder y hasta qué punto hemos duplicado servicios.
