«En los 20 minutos que llevo trabajando me han preguntado ya unas 20 ó 30 personas si estaba cerrado», explicaba ayer un vigilante junto a las puertas de Nuevo Centro. Mientras atendía a este diario, otras dos señoras se acercaban para engrosar las estadísticas particulares del guarda que sonreía de nuevo ante la cuestión del día. A lo largo de la mañana muchas personas acudieron tanto a Nuevo Centro, como al Corte Inglés y el centro comercial Arena para, como explicaban, dar un paseo, comprar un regalo o recoger una aspiradora reservada. Ninguno sabía que ayer era el primer día de cierre en todos aquellos centros comerciales que han quedado fuera de las nuevas zonas turísticas establecidas por el Ayuntamiento de Valencia. Tampoco había ningún cartel colgado que lo indicase por lo que algunos miraban a través de las puertas acristaladas para ver si había movimiento en las tiendas o incluso esperaban a que abriesen.

Tras la sorpresa de quienes no estaban informados, unos se encogían de hombros y daban el visto bueno al cierre, mientras que otros se marchaban enfadados.

«Venía a recoger una tarjeta de móvil que se quedaron los de la tienda. No soy partidaria de que abran los domingos. Los trabajadores deben descansar y que la gente disfrute de su familia los domingos... ya pueden venir el sábado a comprar», comentaba Bienvenida, de Benimàmet, en las puertas de Nuevo Centro, donde si funcionaban ayer algunas cafeterías y franquicias de restauración, con buena afluencia. Como decía una camarera, algunas al toparse con las tiendas cerradas, aprovechaban para tomar algo.

También estaba a favor María Dolores, quien iba a comprarse ropa en Arena. «Por mí está bien, los trabajadores deben descansar. Vendremos otro día».

Por su parte, Amparo mostraba su enfado ante el cierre: «Son unos dictadores. Que venga quien quiera y quien no, pues que no venga». Sobre el hecho de que sí se permita la apertura en otras zonas, señalaba tajante: «esta es mi zona». También Pilar, vecina de Benimaclet, que sí considera Orriols como zona turística, se mostraba en contra de la medida. «A veces trabajo hasta el sábado y sólo puedo venir el domingo. También deberían cerrar todos en todo caso, o también se podría alternar semana sí y semana no», sentenciaba.

Trabajadores con día libre

Este diario consiguió ayer hablar con dos trabajadores de las zonas afectadas por el cierre. En el caso de Nuevo Centro, la trabajadora de un local de restauración explicaba que la nueva medida de horarios le parecía bien, «porque lo que se hace es explotar a los de entre semana sumándole el domingo». «La gente en lugar de ir de tiendas debería descubrir l'Albufera o la playa», resaltaba.

Una joven que trabaja en Arena, que también prefería no dar su nombre, señalaba que «el sábado los trabajadores de varios negocios estaban contentos porque iban a poder disfrutar de sus familias después de mucho tiempo. Para nosotros los domingos era un día flojo».

Por su parte, otra dependienta que está empleada fuera de Valencia y que en el pasado ha trabajado los domingos en grandes superficies argumentaba: «Hay que dar un servicio, ¿pero a costa de qué? Si me lo pagas no hay problema, pero yo he trabajado en sitios donde acumulaba horas y me daban libre cuando le iba bien a la empresa».