El expresidente de la Generalitat Valenciana Francisco Camps, quien durante más de una hora ha declarado como testigo en el juicio del caso Nóos, ha manifestado que participó en la inauguración de un congreso sobre turismo y deporte sin saber que se llamaba Valencia Summit, uno de los eventos organizados por el Instituto Nóos -lo que también ha asegurado que desconocía- y por cuyas tres ediciones la entidad percibió más de tres millones de euros a pesar de que su coste real habría sido de unos 900.000.

"Lo he sabido después", ha manifestado Camps, quien ha negado haber dado orden alguna en relación a este proyecto puesto que del mismo se encargaba la Ciudad de las Artes y las Ciencias (Cacsa), "un monstruo de una dimensión enorme". "Nunca he dado ninguna instrucción ni para que pongan una ópera en el palacio de las artes", ha incidido.

El expresidente ha recalcado de forma tajante que no tuvo "ninguna intervención" en los Summit e incluso ha señalado que no le dieron traslado de ninguna carta dirigida a él por Iñaki Urdangarin. En la misiva, el exduque de Palma le ofrecía la posibilidad de organizar una cumbre bajo el nombre Desafío Valencia, similar a los Summit.

Inquirido por si sabía que el marido de la Infanta Cristina estaba detrás de los Summit, Camps ha respondido tajante: "Si le dijese que sí podría quedar muy bien, pero no estaría diciendo la verdad". "No voy preguntando quién está detrás de los eventos. Nunca preguntó en concepto de qué acude la gente", ha espetado, recordando además que, como máximo mandatario valenciano, "personalidades como Urdangarin debía de recibir a centenares".

Camps también ha incidido hoy en que no se reunió con Iñaki Urdangarin y la exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá, en el Palacio de la Zarzuela. En concreto ha negado la reunión en el Palacio de la Zarzuela de la que habló Diego Torres, exsocio de Iñaki Urdangarin, durante la instrucción de esta causa, y ha añadido que el exduque de Palma nunca le transmitió su intención de organizar varias cumbres en Valencia: "Ni de cumbres ni de nada, nunca me ha transmitido nada de esto".

Camps también ha asegurado hoy que fue él quien dio "el impuso político" para que los Juegos Europeos fueran una realidad en la Comunitat Valenciana y para la "puesta en marcha" de los trámites por parte de la administración.

En su declaración como testigo ante el tribunal de la Audiencia de Palma, Camps ha explicado que su entonces vicepresidente Víctor Campos le informó antes del verano de 2005 de la posibilidad de que la autonomía organizara esos juegos, una propuesta que le había planteado un instituto detrás del cual estaba Iñaki Urdangarin.

Camps ha recordado que fue el exvicepresidente del gobierno valenciano quien le habló "de alguien que tenía la voluntad de poner en marcha aquello", en alusión a este proyecto, que le pareció "interesante como me interesaban una depuradora, una carretera o un hospital". Posteriormente, el 27 de septiembre de 2005, el expresidente presentó la iniciativa en las Corts.

Tras saberlo, Camps hizo una consulta sobre esos posibles juegos al Comité Olímpico Español y, al saber que "eran una intención del olimpismo europeo desde hacía mucho tiempo", lo propuso al Parlamento valenciano en el debate de política general de septiembre.

Camps ha dicho que supo desde antes del verano que detrás del proyecto estaba el Instituto Nóos y que Urdangarin formaba parte de él "pero lo importante no es el Instituto ni el señor Urdangarin, lo importante son los Juegos Europeos", ha puntualizado.

Sobre las gestiones que el Instituto Nóos hizo en estos Juegos, Camps ha dicho a la fiscal que "se debieron realizar" para, a continuación, confirmar que "se realizaron". No obstante, ha destacado que él "no era quien hacía el seguimiento de esas cuestiones" y que su papel al respecto se limitó a promocionar el proyecto institucionalmente.

El Instituto Nóos firmó un convenio de colaboración por 6 millones con la Generalitat Valenciana y la Sociedad Estratégica para la Promoción Turística de Valencia para organizar la candidatura para los Juegos Europeos.

De esa subvención para los Juegos Europeos, que nunca se celebraron en Valencia, la Generalitat abonó a Nóos 382.000 euros y rechazó facturas por casi 2 millones de euros.

En 2007, ha añadido el expresidente de la Generalitat, y a petición del Comité Olímpico Español (COE), Camps renunció a organizar los Juegos Europeos de 2010 "por lealtad, por patriotismo y por españolidad". En concreto, ha aclarado, para no interferir en las aspiraciones de Madrid de organizar los Juegos Olímpicos de 2016. Fue el presiente del COE, Alejandro Blanco, quien le pidió que suspendiese la candidatura que gestionaba el Instituto Nóos.

Tras frustrarse Madrid 2016, Camps retomó la idea de que Valencia acogiese los Juegos Europeos, pero cuando estaba a punto de desplazarse a Lausana para plantearlo al Comité Olímpico Internacional junto con la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, le llamó el entonces alcalde de Madrid, Alberto Ruíz-Gallardón, y le pidió que renunciase de nuevo porque la capital iba a volver a optar a las Olimpiadas de 2020. "Los valencianos somos conscientes que la capitalidad de la nación está por delante", ha incidido Camps.

La rama valenciana

Junto al exalto cargo del PP, que deberá declarar de forma presencial, desfilan hoy ante el tribunal el decano de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física del Deporte en Valencia Vicente Enrique Año, Narciso Michavila, hermano de la exjefa de gabinete de Camps y del ex ministro José María Michavila; el jurista Miguel Trias, el diputado de Esquerra Unida Jesús Ignacio Blanco, Alfonso López Tello, de Price Waterhouse Coopers, y el profesor de Esade Valentín Giró.

El juicio sobre el supuesto desvío de fondos públicos a los sociedades del exduque de Palma cuenta con centenares de testigos. Ayer fue el turno del europarlamentario González Pons, que aseguró que Urdangarin y Diego Torres "eran un tándem muy difícil de igualar y repetir".