Las autoridades moldavas han enviado ya a España al cerebro del saqueo de Emarsa, Jorge Ignacio Roca Samper, para que sea puesto a disposición de la justicia valenciana. Como adelantó Levante-EMV el pasado 13 de marzo, Roca Samper ha viajado desde Moldavia a Madrid, para ser puesto a disposición de la policía española. El próximo lunes podría declarar ya ante la jueza del Juzgado de Instrucción número 15 de Valencia que investiga el saqueo de la depuradora de Pinedo, según informan a Levante-EMV fuentes del caso. Desde el 9 de enero de 2012 estaba en búsqueda, captura y detención con carácter «europeo e internacional» por orden de Instrucción 15. Al fugado de Emarsa no sólo se le busca en España por el saqueo de más de 23 millones de euros en la depuradora metropolitana. El Tribunal de Gran Instancia de Burdeos y el Principado de Andorra también lo investigan como presunto autor de varios delitos de blanqueo de capitales.

El cerebro del saqueo de Emarsa, Jorge Ignacio Roca Samper, ha permanecido cinco años en paradero desconocido. Hasta que fue detenido el 10 de junio de 2015 en Moldavia. Durante este agujero negro espacio-temporal a los ojos de la justicia, el empresario fugado se dedicó a «desarrollar una actividad económica honesta». Los negocios legales que desarrolló el emprendedor Roca Samper fueron «la piscicultura, la cría de nutrias, la fabricación de alfombras y la manufactura de artículos de piel» sin «haber cometido otros delitos», según el recurso de apelación que presentó Roca Samper ante la justicia moldava y que fue rechazado por la Corte de Apelaciones de Chisinau el pasado 21 de febrero.

El recurso a sus actividades legales en Moldavia no ha sido la única estratagema de Roca Samper para conseguir salir de la cárcel. El empresario fugado también ha usado la carta del «arrepentido» ante las autoridades del país de la Europa del Este. Tras su detención «identificó a otras personas participantes en los delitos cometidos desconocidos para las autoridades», según relata un responsable de la Embajada de España en Rumanía en un escrito dirigido al Juzgado de Instrucción número 15 de Valencia que investiga el «Caso Emarsa».

En la causa penal que propició su detención en Moldavia, Roca Samper está imputado por «abuso de autoridad con resultado de consecuencias graves» y «falsificación de documentos oficiales/públicos en beneficio de un grupo criminal», según el código penal moldavo. Estos últimos compinches del «grupo criminal» con el que colaboraría Roca sería los que habría delatado el empresario fugado.

Pago a policías

Por otra parte, Roca Samper también confesó a las autoridades moldavas que «habría sobornado a funcionarios de policía que le habrían informado que estaba siendo investigado» por lo que le habrían «exigido grandes cantidades de dinero para poner fin a las pesquisas», según detalla el diplomático al Juzgado de Instrucción 15.

Una denuncia que, por ahora, «no consta que haya dado paso a actuaciones judiciales, pero cabe que las autoridades moldavas puedan en un futuro requerir el testimonio del señor Roca Samper en un eventual proceso penal».

El cerebro del saqueo de la depuradora de Pinedo está imputado en el caso Emarsa desde el 1 de marzo de 2011 por los delitos de malversación de caudales públicos, falsedad en documento oficial y mercantil, y contra la hacienda pública. También tiene pendiente otra acusación por blanqueo de capitales, en la que ya fue condenada su mujer por la Audiencia Nacional.

Tras conocerse su detención en Moldavia, la magistrada de Instrucción 15, Silvia Vivó, puso en marcha en junio de 2015 la maquinaria judicial para que el empresario fuera extraditado a España cuando cumpliera la pena de prisión decretada en Moldavia.

La jueza acordó el inicio de una instrucción suplementaria y el envío de una comisión rogatoria a Moldavia, que llegó a principios de marzo, según confirmaron a Levante-EMV fuentes del Ministerio de Justicia. Esta comunicación judicial entre países sirve para notificar la imputación del empresario fugado, informarle de los derechos que le asisten y requerirle para que designe un abogado en el «caso Emarsa». Cuando la justicia moldava acepte y responda a la comisión rogatoria se preparará el plan de traslado de Roca Samper a Valencia, según confirman fuentes del Ministerio de Justicia.

El macrojuicio por el presunto saqueo de la depuradora de Emarsa en Pinedo, con 24 imputados y siete meses de sesiones, se suspendió el pasado 2 de noviembre por decisión de los magistrados de la sección Primera de la Audiencia de Valencia, Jesús María Huerta Garicano, Luis Carlos Presencia Rubio y Juan Beneyto Mengó hasta la llegada del «cerebro del saqueo» de la depuradora. Una decisión que formalmente se tradujo en que la pieza principal de la causa (hay otras 11 piezas separadas) volviera al Juzgado de Instrucción número 15 para que se tome declaración a Jorge Ignacio Roca Samper cuando por fin sea extraditado a España. El empresario ya presentó en noviembre su consentimiento al procedimiento de extradición simplificado, lo que significa que puede ser enjuiciado por los delitos cometidos por él antes de su extradición.