Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Reunión

Montoro mantiene los recortes, retiene el fondo de liquidez y asfixia la gestión de la Generalitat

Choque frontal entre el Consell y el Ministerio de Hacienda en el Consejo de Política Fiscal - El Gobierno tampoco accede a relajar el déficit y dilata el cambio de la financiación entre la indignación de las autonomías

Montoro mantiene los recortes, retiene el fondo de liquidez y asfixia la gestión de la Generalitat

­Ni una sola concesión. El Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se mostró inflexible y no concedió ningún margen ni a la Generalitat ni al resto de gobiernos autonómicos durante la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera. Montoro mantiene los recortes que el Consell debe ejecutar en quince días, se negó a relajar el déficit para 2016 a sabiendas de que es imposible de cumplir, dilató aún más el cambio del modelo de financiación que está caducado desde enero de 2014 y, lo que es más grave, tiene retenido el fondo de liquidez del primer trimestre con lo que la Generalitat se enfrenta a un escenario de retrasos generalizados en el pago a sus proveedores. Una situación límite para una Comunidad que está a la cola en el reparto del modelo de financiación con un expolio anual de unos 1.300 millones. Una asfixia en toda regla a la gestión.

El encuentro, que se alargó durante cerca de cuatro horas, acabó con un choque frontal entre el Gobierno y las autonomías -incluídas las del PP- hasta el punto de que no hubo ni una sola declaración a favor de Montoro. El escenario es muy complicado y deja a la Comunidad, la región peor financiada de España, contra las cuerdas. ¿Por qué? Tendrá que aplicar, en primer lugar, los recortes ordenados por Montoro -unos 1.000 millones- cuando es una autonomía que ya toca hueso: tiene los niveles más bajo de gasto per cápita. ¿Dónde meter la tijera pues? El titular de Hacienda en funciones informó de que la decisión sobre el ajuste se tomará en una serie de reuniones bilaterales con cada uno de los ejecutivos autonómicos. Una suerte de tijeretazo «a la carta» en función de los intereses de Montoro.

Pero es que, además, el Gobierno de Madrid, que puede seguir durante varios meses en el caso de que se repitan las elecciones, tampoco quiere relajar el déficit para las autonomías. Montoro se autoimpuso ayer un recorte de 2.000 millones. Así y todo aún podrá llegar al 2,2% mientras que la Generalitat, por ejemplo, tendría que ajustarse a un déficit de sólo el 0,3% cuando gestiona la Sanidad, la Educación y la Política Social, tres pilares básicos del Estado del Bienestar. Y, encima, la reunión sirvió también para certificar que el fondo de liquidez del primer trimestre de 2016 está a día de hoy retenido en Madrid. El Gobierno sólo envía el dinero para pagar a los bancos y evitar, de esa manera, el temido «default». Pero, por contra, el fondo de liquidez dedicado a las facturas de proveedores sigue sin llegar a las arcas autonómicas lo que, alertan desde el Consell, puede llegar a impagos que afectan a la actividad económica.

Para terminar de dibujar ese escenario cada vez más complicado, el Ministerio de Hacienda volvió a echar balones fuera con la reforma del modelo de financiación. Ni una fecha ni un sólo indicio para cambiar un sistema caducado desde hace dos años y medio. Es un retraso que, en el caso de la Comunidad, tiene un mayor impacto. El conseller Vicent Soler propuso que el comité de expertos que aborde la cuestión esté controlado por la Autoridad Fiscal pero Montoro también se negó. Ante este panorama las comunidades se mantuvieron también firmes: rechazan los recortes y piden relajar el déficit. El ministro les respondió con una amenaza. La carta que les envió hace unos días no es sólo informativa. Es aplicar una Ley de Estabilidad que, al final, supone la intervención si no se cumple. Choque de trenes.

Compartir el artículo

stats