Tres años y dos meses después de que fuera imputado, la policía llevará ante la justicia valenciana al empresario Jorge Ignacio Roca Samper, conocido por la trama Emarsa como «el Gordito», la pieza clave del saqueo de la depuradora de Pinedo. La titular del juzgado de Instrucción número 15 de Valencia ha citado el lunes a las 10 horas a Roca con su abogado para decretar su «inmediato ingreso» en la prisión de Picassent. A partir de ese momento, el fugado y su letrado deberán leerse todo el sumario para poder ser interrogados y de esta manera aclarar el desvío de más de 23 millones de euros de fondos públicos. A no ser que el investigado se mostrara favorable a declarar.

Roca Samper montó una red de empresas ficticias que facilitaron la extracción de dinero fuera de España que debía haber servido para el tratamiento de lodos. Como explicó el exgerente de Emarsa Esteban Cuesta y acreditó el juez instructor, esas firmas facturaron más de 10 millones de euros por servicios nunca realizados. El dinero terminó en viviendas en Francia y en firmas de Malta y China. Además, según Cuesta, José Juan Morenilla, Ignacio Bernácer y Enrique Crespo, habrían extraído medio millón desde cajeros automáticos de Valencia y su área metropolitana. Esta máxima ha sido negada tajantemente por estos tres procesados.

De lo actuado se desprende que ninguna de las sociedades administradas por Roca «tuvo medios, ni humanos, ni materiales, ni financieros, para desplegar las supuestas actividades económicas que a las mismas se atribuye por terceros receptores de facturas en cuyos membretes se consignan los nombres de las distintas empresas», estima el instructor.

La instrucción considera que la participación de Roca en los hechos investigados se puede calificar como «imprescindible y necesaria» para conseguir el fraude final, por lo que en su momento que podía ser tenido como presunto partícipe de un delito de malversación, cuatro delitos contra la Hacienda Pública y un delito continuado de falsedad documental.

Cabe recordar que el fugado fue detenido en Moldavia el pasado verano después de delinquir en el país del Este, donde ha estado varios meses en prisión hasta su extradición a España que se produjo ayer.

Mensajes de miedo

Como revelan estos mensajes de móvil entre uno de los principales imputados, el empresario José Luis Sena, y Esteban Cuesta, la relación con el fugado era más que cercana y manejaba abundante información. Esa prueba acredita la importancia que Roca, «el Gordito», tenía en la pirámide corrupta de Emarsa. Estos envíos se produjeron días antes de que Cuesta se autoinculpara.

La posible declaración de Roca Samper puede dar un giro al caso Emarsa, que está pendiente de juicio. Se retrasó precisamente el pasado mes de noviembre por la detención de Roca en Moldavia tras años fugado. Hay 25 procesados en la causa principal y once piezas separadas aunque varias han sido juzgadas y sentenciadas.