Si alguna vez se cumple eso de «que pinten samboris en lloc del pas de peatons» que propone un grupo valenciano en una de sus canciones, seguro que será durante una Trobada d´Escola Valenciana. Ayer por la mañana la cita era en Algemesí (la Ribera) y El Puig (l´Horta Nord), donde el buen tiempo y el ambiente alegre acompañaron a los miles de niños que asistieron, y a los centros educativos, entidades y asociaciones que ofrecían talleres y manualidades.

El Algemesí todo el centro del municipio se llenó con las más de 140 paradas que se instalaron, además de las actividades paralelas que se celebraron, como la actuación de la Nova Muixeranga d´Algemesí, que es Patrimonio Inmaterial de la Humanitat al formar parte de las fiestas de la Mare de Déu de la Salut. Marta Trenzano, la alcaldesa de la localidad, afirmó que tenían «mucha ilusión», pues el municipio no acogía el encuentro desde los años 90. Destacó que todos los centros educativos del pueblo „tanto públicos como concertados, y también la escuela de adultos y las infantiles„ «se volcaron en la organización». Asimismo, Trenzano „que lució la camiseta granate d´Escola„ también destacó «la presencia de las instituciones valencianas» y «la participación masiva para defender nuestras raíces y defender la lengua».

En El Puig representantes de cada centro participante crearon una senyera con los nombres de los municipios, y se promocionó el Museu de la Impremta y l´Aplec. También durante la mañana actuaron varias corales y colegios, como el CEIP La Font, que representó las danses del Corpus; sin olvidar los talleres, en los que los más pequeños pudieron hacer papiroflexia, chapas, llaveros, pulseras... Algunos centros también divulgaban conocimiento científico, enseñando pequeños inventos que se mueven con energía solar o cómo se usa una impresora en 3D, por ejemplo. Profesores y madres recalcaban la importancia de estas jornadas para «reivindicar la enseñanza en valenciano» y «apoyar a la lengua». Este año, la organización exige el cumplimiento del requisito lingüístico en el sector público.

Las Trobades, que también atraen a castellanoparlantes, benefician económicamente a los municipios. En Algemesí se impulsó una jornada gastronómica en la que los hosteleros ofrecían menús a buen precio, y en El Puig los bares y pastelerías trabajaron más.