Los que valen no quieren y los que quieren no valen. A ese problema se enfrentan quienes han de rellenar casillas de organigramas públicos. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, lo vivió. Hasta el punto de que el hombre que suministraba candidatos que se ajustaban al perfil de conseller de Hacienda, Vicent Soler, acabó ocupando el puesto, tras los noes de varios de los sugeridos. Decorar el currículum, ganar proyección social, la lealtad al proyecto „en caso de haberlo„ son motivaciones para aceptar ser conseller, un cargo que, a determinados profesionales no les sale económicamente a cuenta. Los 58.175 euros brutos anuales que percibe un ministro de la Generalitat no lo sitúan entre los mejor pagados de la Administración autonómica. Ni siquiera el presidente está en la parte alta de las tablas retributivas. Puig, con 68.292 euros al año, se cuela de milagro en el hit parade de los 5.000 mejores sueldos de la Generalitat. Y gracias a que el suyo ha crecido. El expresidente Fabra cobraba 67.615.
Puig cobra menos que dos altos cargos del Consell, prácticamente lo mismo que otros cuatro (cuyos sueldos se redujeron por debajo del salario del presidente) y menos que 4.092 funcionarios de la sanidad pública valenciana, según los datos oficiales de la tabla de retribuciones de la Generalitat.
La consellera Elena Cebrián, y el director general del Agua, Manuel Aldeguer, perciben un sueldo ligeramente superior al de Puig, gracias al cobro de trienios y complementos dada su condición de funcionarios. El director general de Responsabilidad Social, Josep Ochoa, cobra casi lo mismo que el jefe del Consell „menos de 50 euros anuales de diferencia„ mientras que el intendente de la Fundación Palau de les Arts, Davide Livermore, y el gerente del IVAM, José Miguel G. Cortés, tienen la misma remuneración que Puig. Cuatro céntimos menos al año, fruto del ajuste para que no cobraran más que Puig. Una medida que se adoptó también en otras instituciones como la diputación, que preside Jorge Rodríguez. Precisamente como consecuencia de esa decisión, se redujo el sueldo del director gerente del Consorcio de Museos de la C. Valenciana, Felipe Garín, a 67.959 euros. Mejor pagado que el jefe del Consell estaba también el administrador general del Hospital Provincial de Castelló, que cobraba 83.285 euros. Ahora percibe menos de 60.000.
El área sanitaria concentra los mejores sueldos de la Administración, debido, entre otras razones, a que son los funcionarios que llevan más tiempo cobrando el complemento de la carrera profesional. Aproximadamente un 10% de los alrededor de 50.000 trabajadores del sistema público valenciano de salud cobra más que el presidente de la Generalitat. Los mejor retribuidos son los jefes de servicio de un departamento facultativo (en un hospital) que cobren dedicación exclusiva. Perciben una media de 95.090 euros anuales. En estas circunstancias se encuentran 82 profesionales valencianos. Los siguientes en el escalafón, sin adentrarse en las circunstancias específicas de cada funcionario, son los tres médicos coordinadores CICU, los encargados de hacer una primera estimación aproximada para valorar la gravedad de las urgencias que hay que atender en las llamadas al teléfono de emergencias 112.
Los coordinadores médicos de los centros de salud de primaria ocupan el siguiente lugar en la clasificación de sueldos de la sanidad pública. El colectivo de facultativos especialistas es el más numeroso con 1.700 profesionales. Perciben de media 78.179 euros brutos anuales. Cuando ocupan jefatura de sección (hay 424), el salario asciende a 83.258 euros de media.
