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Las alianzas de la Generalitat

Puig gana un aliado del PP en el frente autonómico para cambiar la financiación

Los gobiernos de la Comunitat y Murcia sellan una «alianza estratégica» para exigir a Madrid el fin del maltrato financiero

Puig gana un aliado del PP en el frente autonómico para cambiar la financiación

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, sumó ayer un preciado aliado en la batalla para acabar con la infrafinanciación de la Comunitat Valenciana mediante un cambio del actual modelo del reparto del dinero entre comunidades autónomas. Puig y su homólogo en el Gobierno murciano, Pedro Antonio Sánchez, sellaron ayer una alianza «estratégica» «a medio y largo plazo» para exigir un nuevo sistema de financiación autonómica que acabe con el status quo actual que condena a ambas autonomías al furgón de cola de las peor financiadas. Como ironizó Sánchez, Murcia y Valencia se disputan cada año el penúltimo y último lugar en la lista de las comunidades más maltratadas.

La sintonía exhibida ayer en la rueda de prensa conjunta ofrecida era un escenario buscado por el Ejecutivo de Ximo Puig que quiere evidenciar que su fin no es un frente autonómico partidista y que su denuncia de un reparto injusto de los recursos es una realidad que trasciende a las siglas. Ya hace unos meses, la Conselleria de Hacienda, que preside Vicent Soler, inició una serie de contactos con autonomías perjudicadas por el sistema de financiación para lograr un frente común que presionara con mayor fuerza al Gobierno central. Hubo una cumbre bilateral con Baleares, pero el Ejecutivo murciano, pese a estar interesado, dio largas a la Generalitat para evitar tener problemas con su partido a nivel nacional. Un encuentro casual entre Ximo Puig y Pedro Antonio Sánchez en Berlín allanó el camino para la cita.

En el orden del día, además de la financiación, estaba el agua y el Corredor Mediterráneo, dos controvertidos asuntos en los que Valencia y Murcia van de la mano históricamente y que genera divisiones internas con otras autonomías.

Ahora bien, con el ultimátum del ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, encima de la mesa a cuenta del exceso de déficit de 2015, «el proceso de concertación» con Murcia, tal como lo calificó Puig, es clave para el Consell. Aunque el jefe del Consell no se refirió al tijeretazo que exige el Gobierno, el presidente murciano llegó a proclamar que su comunidad estaba en «rebeldía» porque, aunque quería cumplir el déficit , no le era posible con la actual financiación. Según Sánchez, las comunidades deben jugar «con las mismas cartas y herramientas», y avanzó que Murcia cumplirá el objetivo en «igualdad con la media». Precisó que según el actual modelo hace que Murcia perciba 230 millones medio con respecto a la media nacional.

Además de sumar a un barón popular, el acuerdo de ayer abre la puerta a la Generalitat a seguir buscando aliados en otras comunidades, en especial, en Cataluña.

Por su parte, el acuerdo permite a Pedro Antonio Sánchez proyectar la idea de que PP y PSOE son capaces de ponerse de acuerdo. La apuesta por la gran coalición para desbloquear la formación de Gobierno en el ámbito nacional es la apuesta actual del PP.

Eso sí, el presidente murciano dejó claro también que en la actualidad el Gobierno de Rajoy está en funciones y que el problema de la Comunitat y Murcia no se puede abordar en esta situación de provisionalidad. «No tenemos aliados», se quejó.

Puig usó en todo momento un tono constructivo. Insistió en que no busca un frente contra nadie, sino sacar adelante una propuesta de financiación «justa» busca «enriquecer» más a España y evitar un mayor «desgarro» entre unos ciudadanos y otros.

El presidente ratificó que la falta de cumplimiento de la Constitución y de la Ley de financiación está perjudicando el crecimiento económico tanto en Murcia como Valencia.

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