El expresidente de la Diputación de Castelló Carlos Fabra ya disfruta de un régimen de semilibertad. A las 17:15 horas de ayer, abandonó la prisión madrileña de Aranjuez después de que la Junta de Tratamiento haya ejecutado el mandato judicial que otorga a Fabra el tercer grado. El exdirigente popular va a pasar el fin de semana en casa (presumiblemente en la de una de sus hijas, que viven en Madrid) y está previsto que sea reubicado en un Centro de Inserción Social (CIS), al que acudirá únicamente a dormir de lunes a viernes. Sin embargo, puede ser un viaje de ida vuelta si prospera el recurso interpuesto ayer mismo por la Fiscalía Anticorrupción, que se opone a la concesión del tercer grado.

Con una mochila verde caqui como único equipaje, Fabra salió de la prisión junto con otro interno, que le acompañó hasta un vehículo todoterreno que le esperaba. No quiso hacer declaraciones a los medios de comunicación congregados a las puertas de la prisión y se limitó a dar las gracias a su acompañante.

Fabra estará hasta el lunes fuera de la cárcel. El tercer grado le otorga un régimen de semilibertad que incluye salidas de fin de semana. Falta todavía por concretar cómo y dónde cumple ahora condena, algo que tiene que determinar la Junta de Tratamiento de la cárcel de Aranjuez. Lo más probable es que sea trasladado a un Centro de Inserción Social (CIS), al que únicamente acudirá a dormir de lunes a viernes. Fabra no seguirá en la cárcel de Aranjuez, ya que sólo dispone de régimen cerrado, aunque, en principio, tendrá que volver el lunes hasta que la Junta de Tratamiento determine las nuevas condiciones. La juez de vigilancia penitenciaria no creyó procedente concederle aún la pulsera telemática para que cumpla el resto de condena en su domicilio.

La salida de prisión de Fabra se produjo horas después de que la Fiscalía Anticorrupción interpusiera ante la Audiencia Provincial de Madrid un recurso de apelación contra la concesión del tercer grado por parte de la jueza. La Audiencia dispone de un mes para resolver.

El precedente de Matas

Si el recurso prospera, el tercer grado quedaría revocado y Fabra debería volver a la cárcel. Ya le ocurrió al expresidente de Baleares Jaume Matas, quien tuvo que regresar a prisión a las tres semanas de salir después de que un juez atendiera el recurso de la Fiscalía.

El tercer grado de Carlos Fabra, un año y cinco meses después de ingresar en prisión, ha sido controvertido porque la juez de vigilancia penitenciaria se lo ha concedido pese al criterio contrario de la Junta de Tratamiento de la cárcel de Aranjuez, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y de la Fiscalía. La juez consideró que el interno (condenado por defraudar a Hacienda 693.000 euros a 4 años de cárcel , de los que no cumplirá más de tres) tiene un riesgo de reincidencia «medio-bajo», ha evolucionado favorablemente en prisión, ha abonado la mayor parte de la responsabilidad civil, tiene una pena corta, fue condenado por delitos que no son graves y tiene ya 70 años.

La polémica se acrecentó después de que trascendiera que la juez María del Prado Torrecilla fue suspendida en 2003 de sus funciones durante siete meses por presionar a una compañera en favor de la concesión del tercer grado al exbanquero Mario Conde.