«En 1964 nos nombraron Colegio Mayor, pero el gremio viene de atrás», explica Vicente Mayor. El origen proviene del Gremi de Cerers i Melers, ya que el azúcar «aún no estaba instaurado y la miel la regulaba el gremio». En la época, se endulzaba con miel y, de paso, se aprovechaba la cera. «Se hacían velas y cirios para las iglesias y, así, optimizaban recursos», narra el actual responsable. Más tarde, el gremio gozaba de gran importancia, pues regulaba la distribución y venta de azúcar, así como los impuestos de las pastelerías. Ahora, con más de 70 socios de Valencia y provincia, se centran en la formación en el ámbito, además de asesorar.