El expresidente de la Diputación de Castelló y del PP provincial, Carlos Fabra, podrá solicitar la concesión de la libertad condicional a partir del 30 de mayo, ya que para entonces habrá cumplido la mitad de la condena. Precisamente esta fue una de las circunstancias que argumentó la jueza de vigilancia penitenciaria del Juzgado número 3 de Madrid para concederle el tercer grado.

El exdirigente popular ingresó en la prisión de Aranjuez en diciembre de 2014 por defraudar 700.000 euros a Hacienda. La condena fue de cuatro años de cárcel, pero al aplicarse el límite de cumplimiento la pena se queda en tres. De esta manera, a finales de mayo el interno habrá llegado a la mitad del periodo de encarcelamiento y, tal y como subrayó la jueza, esto «le permitirá el acceso a la suspensión de la ejecución y concesión de la libertad condicional».

De momento, Fabra ya disfruta del tercer grado penitenciario. El pasado viernes salió de la cárcel madrileña para pasar el fin de semana en casa. Falta por determinar cuál será su destino a partir del lunes, ya que la Junta de Tratamiento de la cárcel de Aranjuez ha de decidir dónde cumplirá condena. La jueza de vigilancia penitenciaria no creyó procedente otorgarle la pulsera telemática para que cumpla el tercer grado en su domicilio, por lo que lo más probable es que sea trasladado a un Centro de Inserción Social (CIS), al que únicamente acudirá para dormir de lunes a viernes.

En ese caso, todo indica que Fabra seguirá el régimen de semilibertad en Madrid, donde tiene a su familia. En esa comunidad hay varios centros como el Josefina Aldecoa de Navalcarnero, el Victoria Kent en la capital o el Melchor Rodríguez García de Alcalá de Henares.

No obstante, aún no está claro si el exmandatario provincial podrá seguir gozando del tercer grado, puesto que la Fiscalía Anticorrupción ha recurrido ante la Audiencia de Madrid para que regrese a la cárcel. Si la apelación prospera, el régimen de semilibertad será revocado y Fabra tendrá que volver a Aranjuez.