Pasear entre frondosos campos de cultivos, muchos de ellos bajo la premisa de la agroecología; oler la huerta y, además, degustar una cervecita bien fría o un vinito con la puesta de sol como telón de fondo suena muy bien. Lo programa Horta Viva en Almàssera durante el fin de semana en los meses de buen tiempo y a un precio muy asequible.

La idea la impulsó Miquel Minguet hace unos años. En 2009, por una circunstancia personal, decidió dejar su trabajo y mudarse de l´Horta Sud, donde vivía, a la parte norte de la comarca. «Allí la huerta ha sido muy maltratada, sobre todo, por proyectos de carreteras y urbanísticos, pero el norte conserva muchos de sus campos y qué mejor manera de defenderla y ponerla en valor con esta iniciativa de forma privada para que la gente y los turistas vean que vale la pena conservarla», explica Minguet.

Así, Horta Viva programa los domingos por la tarde, entre junio y septiembre, rutas de unos cinco kilómetros por huertas de Almàssera y Meliana que finalizan en el Hort del Perot, una extensión de unas dos hanegadas de su propiedad donde ofrecen varias catas. En una de ellas se podrá probar diversas variedades de tomate, regados con cava valenciano y un picnic con productos autóctonos; mientras que en otras dos el itinerario finaliza con una degustación de vino y de cerveza.

La ruta sobre el vino es histórica y no de producción propia. Según explica Minguet, una destilería de Puçol elaboró mistela con uva de la comarca hasta los años 40 y algunos agricultores le aseguraron que hubo campos de viña en l´Horta Nord hasta principios del siglo pasado. Los asistentes a esta ruta catarán dos caldos valencianos, un blanco y un tinto de la variedad moscatel y monastrell que era la que se plantaba en la zona, junto a viñas de Moscatel de Alejandría. En la oferta sobre cerveza se ofrecerá una detallada explicación de la elaboración de este tipo de bebida, con una cata de brebajes artesanales procedentes de pequeños elaboradores y sin más gas que el procedente de la segunda fermentación, acompañadas de un ´picoteo´ de productos autóctonos. Y todo ello con el sol desapareciendo en el horizonte.

Ahora, Horta Viva ha incorporado una nueva ruta los sábados por la mañana en el Forn d´Alcedo con un breve paseo por la zona y con un suculento colofón: una cata de vino con una «torrà» hecha en brasas. También programan una ruta de la horchata, en la que se podrá ver cómo se realiza el proceso de elaboración del refresco con una visita guiada a los campos de chufa y al secadero y, cómo no, degustación con fartón incluido.

Las rutas son para un mínimo de diez personas a un precio que ronda los 10 euros ´por cabeza´.