La muerte del octogenario que sufrió más de mil picaduras de avispa en su campo de Massamagrell ha conmocionado no solo a este municipio de l'Horta sino a todo aquel que ha conocido la noticia de la que informó ayer en exclusiva Levante-EMV. Pese a la gravedad de lo ocurrido, los expertos quieren hacer un llamamiento a la calma y aseguran que esta muerte es un caso muy aislado y que no es habitual que se den ataques de este insecto de tal gravedad. De hecho, cuando se produce una picadura, bien sea de avispa o abeja, influye el grado de reacción alérgica que tenga la persona a ese veneno, así como su corpulencia y edad. «Depende del nivel de alergia y de la sensibilidad de la piel», explica Noe García, gerente de laboratorios Lokimica y experto en plagas, quien apunta que «en esta época del año las avispas tienen más veneno» y que a lo largo del verano van descargando parte del mismo con cada picadura.

Así, quiso aclarar que las abejas solo pican una vez, ya que cuando clavan su aguijón éste actua como un arpón, que tira de su abdomen causándole la muerte al propio insecto. En cambio, en el caso de las avispas éstas pueden picar una y otra vez a su víctima como ocurrió en el caso del anciano de 84 años fallecido en Massamagrell, quien al llegar al ambulatorio en su coche todavía llevaba con él varios de estos insectos que ya le habían causado picaduras. García recomienda en caso de rozar o golpear un avispero alejarse lentamente, ya que «a mayor movimiento los insectos se sienten más amenazados».

Por su parte, el Ayuntamiento de Massamagrell se reunió con el Consell Agrari para que los agricultores revisen sus campos e informen a la brigada si detectan panales o avisperos que puedan resultar peligrosos.