Hace apenas dos días los juzgados valencianos registraron un nuevo caso de discriminación lingüística. El juzgado de Primera Instancia número 1 de Sagunt requirió a una abogada, que actúa en nombre de un particular en un caso civil, traducir al castellano un escrito de recurso presentado en valenciano, antes incluso de resolverlo, según explicó a este periódico la letrada afectada.

«La petición es inadmisible de acuerdo con la legislación internacional, estatal y autonómica y supone un nuevo caso de desconocimiento de la ley en materia lingüística y una vulneración flagrante de los derechos lingüísticos elementales de los valencianos», criticó la abogada.

Según detalló, pedir a una de las partes en un procedimiento judicial la traducción de un documento que se ha presentado en una de las lenguas oficiales del territorio es un acto contrario al artículo 231 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, el cual establece que las partes, los testimonios y los peritos pueden utilizar la lengua oficial de la comunidad autónoma. «Tendrán plena validez y eficacia sin necesidad de traducción al castellano», reza el artículo.

El juzgado puede ordenar de oficio su traducción solo cuando los escritos tengan que tener efecto en órganos judiciales radicados en otros territorios que no comparten la lengua cooficial, explicó la letrada. «Pero en ningún caso la traducción tiene que correr a cargo de quien ha presentado el escrito, no puede implicar inadmisión del trámite, ningún sobrecoste a la parte o retraso en el procedimiento», detalla la representante legal de este afectado.

El pasado mes de marzo Levante-EMV reveló el caso de un juzgado de Benidorm que pidió a un abogado que presentara él mismo la traducción al castellano de su demanda escrita en valenciano para evitar demoras en su procedimiento judicial. Cuando el letrado añadió que en la demanda también solicitaba que las notificaciones se le hicieran en valenciano, la secretaria judicial le dijo que entonces su procedimiento «tardaría cinco años en tramitarse» porque no estaba en Cataluña y aquí no había medios.