Las peticiones de documentación del Partido Popular al bipartito están saturando las conselleries, algunas de forma especial, como la de Hacienda, a la que también se le han pedido todos los informes de la Intervención. Desde el departamento del conseller Vicent Soler se asegura que las puertas están abiertas y retan a los diputados a ir en persona a consultar los papeles. La estrategia del PP fue marcada por su presidenta, Isabel Bonig, y con objetivos concretos: cada diputado debe hacer presentar cien peticiones. La idea es poner en un brete al Consell pasando por alto que cuando estaban gobernando acusaban a la izquierda de colapsar la administración con peticiones injustificadas.

j. r. valencia