Javier Berché destaca que el acompañamiento emocional de los niños con altas capacidades intelectuales «es lo más importante, es la clave», apunta Berché, quien aclara que no se refiere a terapia, sino a que al menor sepa «que tiene personas que le entienden».

«Son cinco minutos diarios. Decirle cada día '¿qué tal, cómo estás? ¿qué te pasa? «has tenido algún conflicto?'», asegura. De esta manera, el menor se siente arropado y no incomprendido, un sentimiento en el que caen en muchos casos, tanto en el colegio como en casa. m. bouiali valencia