Ni rastro de Luis Salom, Julio Aguado, Mª Àngels Ramón Llin y Óscar Clavell. Los dos asesores del Ayuntamiento de Valencia, la concejala y el diputado, respectivamente, han desaparecido del comité electoral del Partido Popular de la Comunitat Valenciana (PPCV), en el que participaron activamente en las pasadas elecciones generales celebradas en diciembre. Entre ese comité y el constituido definitivamente ayer para encarar la estrategia de las elecciones del próximo junio han pasado cinco meses y más casos de corrupción. Los tres primeros están imputados en la Operación Taula, y Clavell, exalcalde de la Vall d'Uixó, está procesado por un caso relacionado con el pago de facturas de la limpieza viaria y transporte de residuos urbanos cuando ejercía de primer edil en funciones.

La dirección regional del PPCV ha expulsado así de este órgano a los imputados „suspendidos de militancia„ y al procesado castellonense, en un intento de ir lo más «limpios» posibles a los comicios de junio. Al frente de esta campaña se situará la coordinadora general Eva Ortiz, acompañada de los directores adjuntos Elena Bastidas, Héctor Folgado, y José Juan Zaplana. Ortiz explicó ayer que la campaña será «sencilla y austera», además de «muy similar» a la de diciembre.

«Comisaria comunista»

Poco antes de dar comienzo la junta regional que aprobó definitivamente el comité, Gerardo Camps, nombre que molesta a ciertas facciones del partido que piden que no se le incluya en puestos de salida en las listas del próximo 26J tras la publicación de facturas de su etapa como conseller de Hacienda, comunicó que va a demandar a Mónica Oltra por injurias y calumnias.

Ayer mismo presentó una solicitud de acto de conciliación previo a la interposición de una querella contra el diputado del PSPV José Muñoz, quien dio a conocer el pasado jueves esos gastos del exconseller, que Gerardo Camps negó ayer rotundamente. El exvicepresidente acusó a Oltra de actuar como una «vieja comisaria política comunista», por «atacar al contrario» sin contar con un informe de la Abogacía de la Generalitat o de la Intervención que avalen que él cometió esos gastos.

De puertas para adentro, Camps pidió a sus compañeros de partido que mantengan su confianza en él, desvinculándose de esas facturas con gastos de comidas por valor de unos 42.000 euros que supuestamente habría pasado a las arcas públicas de 2007 a 2011.

Aunque en las pasadas elecciones generales del mes de diciembre consiguieran 70.000 votos más que en las autonómicas de mayo, en el PP valenciano saben que no están para muchas celebraciones, o al menos, no para llenar plazas de toros. El pasado 20D y por primera vez en dos décadas, los populares tampoco eligieron el coso taurino para el mítin central de campaña.

El PP de Mariano Rajoy optó por el Museo Príncipe Felipe de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Lejos quedaban aquellas imágenes que teñían de azul el anfiteatro del cap i casal, con capacidad para casi 13.000 personas.

Por el contrario, la estrategia ahora se centrará en el voto por correo «porque son fechas vacacionales y mucha gente no estará en casa», detalló Ortiz ayer en la sede del PP. «En Alicante están en plenas Hogueras», añadió.