Cañizares, con absoluta sinceridad y claridad, expresa perfectamente lo que él desea de la Universidad Católica de Valencia. Entiendo que se pregunta, cada, día para que sirve esta Universidad, si no impregna claramente la sociedad valenciana de sus valores, pero sobre todo de lo que da sentido a su existencia: «La Universidad Católica de Valencia (?) está llamada de manera muy particular a sazonar el mundo e iluminarlo con la sabiduría de la verdad. Esta Verdad y Sabiduría (?) no es otra que la que todo hombre anda buscando y que sacia por completo su corazón inquieto, (?) que, no se contenta con menos que Dios». Así de claro sazonar, dar sabor, en una palabra que se note su existencia. Cientos de profesores y miles de alumnos, probablemente, Cañizares, se preguntará: ¿Cómo cualifican desde los valores cristianos su presencia en la sociedad? ¿Qué significa para ellos ser profesores de la Católica? ¿Qué ha significado para esos alumnos su paso por esa Universidad? Cañizares pone los puntos sobre las íes a su Universidad Católica.

Y les pone unos deberes bien claros a todos: «Acoger esta verdad (Jesucristo) nos ayudará a dar respuesta a los grandes interrogantes que se plantea todo hombre „y quizá de manera muy especial el joven en sus años de estudio universitario». Y desde ahí ese joven proyectará unos valores que se despliegan en una compromiso cristiano serio y maduro, que se fragua en esa etapa universitaria, a pesar de sus múltiples convulsiones y tormentas. Más adelante afirma que la seriedad universitaria en cristiano implica también: «El joven que llega a la Universidad (?) ha de encontrar en ella no sólo el ámbito donde formarse para ejercer una determinada profesión, sino también el lugar (?) donde pueda asomarse a la verdad plena sobre el mundo, el hombre y su destino, inseparables de Dios». Y afirma tajantemente: «Todo intento de reducirla a mero instrumento de aprendizaje técnico y profesional lleva consigo a su propia aniquilación».

Algunas advertencias, nacidas de las noticias que le llegan: «La historia que ha precedido y algunas actitudes generadas indican que hay que dar pasos en la dirección que nos pide la naturaleza de la UCV (?) es preciso superar la tentación de protagonismos, de rivalidades, de unos por encima de otros, de banderías, de rumores, de murmuraciones, de críticas, habladurías y maledicencias, de 'conspiraciones'». ¡Cuánto tiene que haber de esto para que hable tan claro?!

Y unas iniciativas estupendas, deberes para los dirigentes: «La UCV (?) habrá de promover y formalizar las relaciones con Caritas Diocesana y otras instituciones dedicadas a la acción social y caritativa (?) También deberá estudiar la creación de una titulación especial que podría denominarse "Ciencias del Desarrollo" o para el desarrollo, que podría ser de gran utilidad para formar expertos en desarrollo humano integral y de ayuda a los países en vías de desarrollo o del Tercer Mundo (?) Convendría crear también una cátedra o algo semejante con estudios sobre la mujer y su promoción. La Universidad habrá de tener, entre sus preocupaciones, la atención a la formación de cristianos y ciudadanos para la vida pública, para la vida política (?) Esto es algo también muy urgente». Tomamos buena nota para que esto no caiga en el cajón del olvido. Desde Luego, Cañizares lo tiene claro.