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Proyecto

Respuestas para el paisaje fantasmal

Un proyecto coordinado por tres arquitectos valencianos es seleccionado para la Bienal de Venecia por su propuesta para intervenir en construcciones inacabadas por la crisis - El modelo ha sido una urbanización paralizada de l'Ènova

Respuestas para el paisaje fantasmal

Si los cadáveres fueran de hormigón, hierro y ladrillo, lo que corona esta colina de l'Ènova (la Ribera, 941 habitantes) sería un gran cementerio con 75 muertos en distinto grado de descomposición. Todas estas casas a medio hacer, mecidas por el viento y el silencio, nacieron de un vientre fértil llamado burbuja inmobiliaria. La enfermedad que las mató se denominó crisis. Y la pandemia ha dejado un paisaje fantasmal desde 2010. Sólo una de todas esas casas está habitada. Ladran algunos perros. Los conejos cruzan escopetados.

El modelo se repite en las periferias de numerosos municipios valencianos, salpicados de bloques de viviendas sin terminar y un parque temático de unifamiliares inacabadas. Como un apéndice inútil, como una prótesis sin función.

Pero un proyecto colectivo coordinado por tres jóvenes arquitectos valencianos ha logrado que de ese escenario postapocalíptico surja arte. Y que, además, se exponga en la próxima Bienal de Arquitectura de Venecia „la cita internacional más importante„ junto con otros siete proyectos premiados por el pabellón español en el certamen que comienza el 28 de mayo.

El pabellón español que este año se levanta en la Bienal de Venecia tiene por lema Unfinished y plantea una reflexión acerca de las arquitecturas inacabadas debido a la crisis. Su objetivo es descubrir virtudes que puedan convertirse en estrategias de diseño. En torno a ese paisaje inacabado, y tomando como caso de estudio el de las 75 unifamiliares de l'Ènova paralizadas, los arquitectos Xevi Lluch Díaz, Andrea Gimeno Sánchez y Lluís Juan Liñán (los tres rondan la treintena) plantean una reflexión acompañada de propuesta.

Han escogido doce de estas casas y, a partir de imágenes en tres dimensiones y con el retoque de un collage digital, han invitado a otros arquitectos a repensarlas desde texturas y maneras de hacer de la arquitectura contemporánea. Quieren ponerles fin. Combatir su uniformidad en serie, la repetición cansina de sus formas. Acabar con la estandarización de un paisaje arquitectónico que insufla abulia en el espectador.

Dicen los arquitectos valencianos que las viviendas unifamiliares en serie y los adosados representan un modelo paradójico: «el objeto diferencial que acaba generando un tejido uniforme a pesar de omitir las particularidades de la vida comunitaria». Contra esa repetición trabaja este grupo de catorce jóvenes arquitectos españoles empleados en distintos lugares del mundo: Copenhague, Oslo, Rotterdam, Delhi, Montevideo, Houston, Madrid y Valencia. Ellos mismos son otro subproducto de la crisis inmobiliaria: muchos han sido condenados a la diáspora, al exilio laboral de una de las profesiones más castigadas por la crisis.

Un modelo repetitivo

Las viviendas sobre las que han trabajo „de manera virtual, no físicamente„ se encuentran en distinto proceso de la construcción. «Algunas tienen sólo la estructura, otras van por la cimentación, luego están las que tienen cubierta o las que cuentan con fachada. Pero lo que muy pocas tienen es el acabado», explica Xevi Lluch. Es el modelo repetitivo de estas casas inacabadas „casi todas iguales„ lo que ha motivado su elección para el trabajo.

Buscan plantear una respuesta personalizada e individual, propia de la arquitectura contemporánea y que exprese la diferencia. Que sea capaz de transformar el paisaje fantasmal uniformizado. Porque, según defienden los autores que exponen el trabajo de l'Ènova en Venecia, «los residuos inacabados de un sistema productivo exhausto pueden ser aprovechados como cimentación de un proyecto alternativo, un proyecto que actúa de manera pragmática sobre lo existente para construir lo imaginario».

La propuesta, a caballo entre la teoría y el arte, invita a preguntarse por la realidad. ¿Qué hacer con tantos extrarradios manchados hoy por el feísmo urbanístico inacabado? «No sé el camino para reconducir esta situación. Pero algo se tiene que hacer. Porque se han generado unos paisajes muy decadentes. Unos paisajes preapocalípticos „remacha Xevi Lluch„, pero con imagen de postapocalípticos».

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