Abrir una empresa en Panamá para hacer negocios fuera del país centroamericano „con origen y destino en el extranjero„ te permite no pagar impuestos. Sólo tributas si repatrias ese dinero a España. Esa es una de las numerosas ventajas para que miles de empresas que pretendían abrir mercado en Latinoamérica buscaran el país del canal para radicar sus firmas. Uno de los despachos más prestigiosos, Mossack Fonseca, se convirtió en asesor de ciudadanos de todo el mundo que quisieron aterrizar. Muchos para hacer negocios legítimos, demasiados para evadir impuestos en paraísos fiscales. La filtración de los papeles de Panamá a través del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación ha puesto en el ojo del huracán a todos los clientes del bufete que crearon Jurgen Mossack, Ramón Fonseca Mora y Christof Zollinger. 27 son empresas con sede social en la Comunitat Valenciana, muchas de ellas propiedades de ciudadanos ingleses.

Es el caso de la empresa Evolve Bussines Development Corp., creada el 22 de junio de 2013 por dos socios valencianos. «Decidimos instalarnos en Panamá como punto geoestratégico para ayudar en la internacionalización de empresas en Latinoamérica», explica P. Rico a Levante-EMV. Este empresario alega que lo hicieron después de que España firmara en 2010 un convenio de doble tributación con el país del canal para prevenir la evasión fiscal. Ahora y tras el escándalo de los papeles de Panamá que les ha salpicado de pleno estudian la disolución de la mercantil, de la que son socios nominales.

Según explica P. Rico, acudieron al despacho Mossack Fonseca porque era uno de los más importantes y no cobraban el primer asesoramiento. Posteriormente les ayudaron a constituir la empresa Envolve Bussines. Este consultor valenciano acreditó haber hecho dos movimientos a través de la cuenta panameña por 32.000 euros.

También ha aparecido salpicado el beneficiario de la sociedad FXCO Ltd „una firma que tuvo su sede en la isla de Anguila hasta que quebró„, que puso en la documentación como domicilio la antigua sede de un despacho junto a la plaza de Luceros de Alicante.

En otro de los casos es el propio abogado el que aparece como accionista y responsable de dos firmas en las Islas Vírgenes, aunque el afectado niega cualquier relación con las mismas y asegura que ya denunció hace tres años a las autoridades de este territorio offshore que se había usurpado su identidad. afirma que se habrían aprovechado de su nombre.