Los expertos en ciberdelincuencia aseguraron ayer en una jornada organizada por la Guardia Civil y la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir (UCV) que «el 80 % de los que son víctimas los ciudadanos son estafas» y que los padres «han de conocer y administrar el buen uso de las redes sociales» de sus hijos menores.

El comandante Óscar de la Cruz Yagüe, jefe del Grupo de Delitos Telemáticos (GDT) de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil se centró en su intervención en la «parte lucrativa de la ciberdelincuencia» y señaló que existe una «amplia variedad de ataques, cada vez más sofisticados».

Según el experto, entre las delitos más comunes destaca el «carding», uso ilegítimo de tarjetas de crédito para compras online; el «phising», relacionado con la adquisición fraudulenta de credenciales bancarias para la realización de transferencias; o el robo de información para su posterior venta.

Igualmente, «en las esferas más altas del ciberdelito encontramos las amenazas persistentes avanzadas (APTs) que son el conjunto de procesos informáticos continuos realizados por profesionales dirigidos a robar una patente o un secreto empresarial de una entidad específica», apuntó De la Cruz.

«No es necesario ser un hacker»

Además, el comandante se refirió al «aumento del crimen informático como servicio donde ya no es necesario ser un hacker profesional, con conocimientos de seguridad informática, para cometer delitos en el ciberespacio, sino que es suficiente con alquilar o comprar servicios a través de la red para que otros lo hagan».

En referencia al uso de las nuevas tecnologías por parte de los ciudadanos, el ponente lamentó que continúen existiendo «conductas bastante imprudentes en la red» como exponer demasiada información personal o aceptar videochats con desconocidos, que los delincuentes aprovechan para obtener un beneficio económico.

«Hay que seguir sensibilizando en esta materia, porque aunque aprendemos muy rápido a usar los dispositivos nos cuesta más hacer un buen uso de ellos y cuando se perciben los riesgos suele ser demasiado tarde porque ya hemos sufrido un delito», aseguró.