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Comida

Rodríguez abre una vía de diálogo con las diputaciones del PP enfrentadas al Consell

El presidente de la diputación come con Moliner y Sánchez en medio de la pelea con la Generalitat

Moliner, Rodríguez y Sánchez, ayer en un restaurante de Valencia.

Una comida en un conocido restaurante de Valencia de cuatro horas de duración certificó ayer la buena sintonía entre el presidente de la diputación de Valencia, el socialista Jorge Rodríguez, y sus homólogos en Alicante y Castelló; los populares Cesar Sánchez y Javier Moliner, respectivamente. La cumbre de presidentes no tendría nada de particular sino fuera porque el encuentro (discreto, pero no secreto) se produce en medio de la guerra abierta entre el Palau de la Generalitat y las diputaciones de Alicante y Castelló a cuenta de las competencias.

La batalla, además, no es sólo política. La diputación de Alicante presentó hace unas semanas un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJ-CV) contra los dos decretos del Consell sobre coordinación de competencias que, en la práctica, supone una intervención en los presupuestos provinciales y en su política turística y deportiva.

Presidencia de la Generalitat siempre ha defendido que la norma no busca vaciar de contenido las diputaciones sino coordinar acciones y evitar duplicidades o choques con las competencias propias. Las diputaciones, sin embargo, acusan al presidente Ximo Puig de querer controlar políticamente las dos únicas instituciones en poder del PP tras los comicios autonómicos. En la controversia ha terciado también el ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, que el pasado fin de semana anunció un recurso de inconstitucionalidad.

En medio de esta polémica y con las vías de diálogo rotas entre el Palau y las diputaciones, los tres presidentes mantuvieron un encuentro en el que, según las fuentes consultadas, se habló de problemas comunes, pero se evitaron los asuntos controvertidos, como el decreto de competencias.

La reunión, que se fraguó hace un par de semanas tras coincidir Rodríguez, Cesar Sánchez y Javier Moliner en un debate en la cadena Ser, dio ayer mucho que hablar. Es sabido que las relaciones entre los inquilinos del Palacio de Batlia (sede de la diputación) y de la Generalitat no atraviesan su mejor momento. No obstante, fuentes de la diputación indicaron que Puig estaba al corriente de la cita y que coincidía con Rodríguez en la necesidad de establecer puentes. El Palau se corroboró esta versión.

«Vías abiertas de comunicación»

Las fuentes de la diputación apuntaron que, al margen de la disputa por las competencias, lo lógico es que instituciones hermanas tengan una vía abierta de comunicación y que Rodríguez estaría tratando de hacer de mediador para destensar las relaciones con el Palau. En este sentido, añadieron que existen muchos terrenos en los que los tres pueden colaborar.

En realidad, el decreto sobre competencias de Turismo y Deportes no sólo supone una amenaza para la autonomía de Moliner y César Sánchez. También el bipartito en la diputación de Valencia (Rodríguez gobierna con apoyo de Compromís) vería limitada su autonomía.

Fuentes del PP apuntaron que en esta cita los tres dirigentes defendieron la importancia de las provincias y el papel de la diputaciones, una institución que, sin embargo, el PSOE estaba dispuesto a sacrificar para lograr el apoyo de Ciudadanos para el gobierno.

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