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Los archivos secretos de los Borja llevan un año y medio olvidados tras su compra al Vaticano

Sólo dos personas han consultado los documentos desde que la copia fue adquirida por la conselleria del PP, por 51.000 euros, y guardada en el Arxiu del Regne - Cultura alega, tras un año del cambio político, que empezará a inventariar los fondos para su investigación

Los archivos secretos de los Borja llevan un año y medio olvidados tras su compra al Vaticano

Perdidos por desidia, comprados por despecho político, y olvidados por el mismo desinterés con el que se dejaron escapar. Así puede resumirse la absurda situación de los dos millones y medio de documentos históricos sobre los papas Borja que la Generalitat Valenciana compró en 2014 al Archivo Secreto Vaticano, donde se custodian los originales. Aquella adquisición, realizada cuatro meses después de que el Institut Internacional d'Estudis Borgians trasladase de Valencia a Cataluña la única copia existente de los fondos Borja ante la dejadez de las instituciones valencianas por investigar ese patrimonio histórico, ha quedado en nada.

La Conselleria de Cultura ha confirmado que los 630 discos de DVD que contienen los archivos secretos de los papas de Xàtiva Calixto III y Alejandro VI permanecen desde hace un año y medio en el Arxiu del Regne de València. Sólo dos personas han pedido consultarlos en todo este tiempo, según confirman fuentes del propio archivo. Ni siquiera ha sido inventariado su contenido por la falta de recursos destinados a la tarea, ni por la anterior Administración ni por la que gobierna la Generalitat desde hace casi un año.

La copia digital que el departamento entonces dirigido por María José Català (PP) encargó al Vaticano fue comprada el 22 de octubre de 2014. Su coste ascendió a 51.745 euros, según datos de la actual conselleria. En su momento, el activista cultural Eliseu Climent „que pilotaba el Institut Internacional d'Estudis Borgians„ lamentó que se llevaba a Cataluña la única copia existente en el mundo de los archivos Borja porque ninguna institución valenciana se había interesado en pagar a investigadores.

Para esa tarea se solicitaron pequeñas subvenciones de 20.000 euros, pero se negaron a ello la Generalitat, las diputaciones y los ayuntamientos vinculados a la familia Borja: Xàtiva, Gandia y Valencia. Después, en cambio, la conselleria del PP sí pagó los 51.745 euros que costaba la copia digital del Vaticano. Para entonces, la primera copia digitalizada de los fondos Borja, que estuvo en Valencia sin ser consultada por ningún investigador entre 2007 y 2014, ya había sido trasladada al Arxiu Nacional de Catalunya por sus propietarios, el ente que pilotaba Eliseu Climent.

De la crítica al silencio

Pero las contradicciones no sólo han recaído del lado popular. Contrasta el olvido al que ha sido sometido durante este año el archivo secreto de los Borja por parte de los mismos partidos políticos „ahora en el poder de la Generalitat, la diputación y las ciudades borgianas„ que clamaron contra el menosprecio institucional dedicado a ese fondo archivístico.

Compromís, coalición del conseller de Cultura Vicent Marzà, pidió comparecencias en las Corts y calificó el episodio de «menosprecio al patrimonio de todos los valencianos». El PSPV, partido por el que se presentaba la directora general de Cultura y responsable de los archivos valencianos Carmen Amoraga, describió la salida de los archivos borgianos como «la mayor diáspora y despatrimonialización cultural de la C. Valenciana». En cambio, un manto de silencio cubrió la cuestión después de que el PP anunciara en 2014 la compra de una copia de los archivos. A nadie interesaba ya la investigación de los documentos.

Ha sido a raíz de una consulta de Levante-EMV acerca del estado de los archivos Borja cuando la Conselleria de Cultura ha contestado esta semana que de forma inminente va a comenzar a inventariar la ingente documentación de los archivos de los papas setabenses. Es el paso previo para sistematizar la consulta de los investigadores. Después de esa labor que Cultura promete iniciar en breve, la intención de la Generalitat es «fomentar la investigación con becas» destinadas a estudiar los dos millones y medio de documentos históricos.

Según advierten fuentes del Arxiu del Regne de València, se trata de una documentación «difícil de investigar» y que requiere de «auténticos especialistas». Porque son textos manuscritos, redactados en distintos idiomas (latín, veneciano medieval, valenciano del siglo XV, etcétera) y con muchas referencias que dominar para poder comprender el contenido.

Han pasado nueve años desde que la Fundación Winterthur, con Jaime Marichalar al frente, financió como mecenas la digitalización realizada ex profeso por el Vaticano para el proyecto impulsado por el Institut Internacional d'Estudis Borgians. Casi una década después sigue imperando el debate sobre la forma „unos DVD sin valor patrimonial más allá de su simbolismo„ y obviándose el fondo que ha subrayado siempre la Associació d'Arxivers i Gestors de Documents Valencians: lo importante de estos archivos no es tenerlos, sino que se estudien e investiguen. Que amplíen el conocimiento sobre los valencianos más universales.

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