La extinción del incendio de neumáticos en Seseña (Toledo) continuaba ayer aunque la gravedad de la alerta al cierre de esta edición había bajado y se había levantado la orden de evacuación de los habitantes de la urbanización El Quiñón, pese a lo cual los pocos vecinos que volvieron a su casa lo hicieron para recoger ropa y volver a irse. También seguía la nube de humo, pero ya no se veía desde otros municipios de la comarca, y era más blanco y menos dañino para la población que el que se veía el viernes, según el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas de Castilla-La Mancha, Juan Alfonso Ruiz Molina.

El incendio ha lanzado a la atmósfera compuestos químicos y partículas con efectos cancerígenos que durante la jornada del viernes estuvieron desplazándose en la atmósfera en dirección a la Comunitat Valenciana siguiendo la trayectoria de los vientos dominantes.

Pero según señalaron ayer fuentes de la Conselleria de Medio Ambiente y de la de Sanidad, las estaciones de control de la contaminación operadas por la Generalitat en toda la Comunitat Valenciana «no han detectado ninguna alteración importante en los niveles de partículas PM10». «Esas partículas llegan desde tanta distancia y suspensión que quedan diluidas en las emisiones habituales del tráfico», explicaron fuentes de la conselleria.

Así, las fuentes explicaron que los componentes carbónicos de las partículas expulsadas por los neumáticos de Seseña «son los mismos que los de las emisiones de los tubos de escape, por lo que si nos llegara una cantidad significativa los niveles recogidos serían apenas perceptibles».