El expresidente de la Generalitat Valenciana Francisco Camps y el exconseller y expresidente de las Corts Juan Cotino comparecerán este lunes en la comisión del Parlamento valenciano en la que se investiga el accidente de metro del 3 de julio de 2006, en el que fallecieron 43 personas y otras 47 resultaron heridas.

Familiares de las víctimas han criticado en numerosas ocasiones el trato recibido por parte de la Generalitat, entonces presidiada por el 'popular' Francisco Camps, así como el hecho de que nunca les recibiera. Respecto a Cotino, familiares han denunciado que el entonces conseller de Agricultura acudió a casa de algunos de ellos para ofrecerles trabajo y otras ayudas a cambio de no personarse en el procedimiento judicial puesto en marcha.

En este sentido, la presidenta de la Asociación de Víctimas del Accidente del Metro 3 de Julio (AVM3J), Rosa Garrote, destacó el pasado 15 de enero --día en que se iniciaron las comparecencias de la comisión de investigación-- que espera que Francisco Camps y Juan Cotino "den la cara".

Este lunes también están citados a comparecer en la comisión de investigación del accidente el exvicepresidente del Gobierno valenciano Víctor Campos, que será el primero en intervenir a las 10.30 horas. A esta comparecencia seguirá la de Cotino y la de Camps.

Por la tarde, a las 16.00 horas, será el turno del que fuera conseller de Infraestructuras y Transporte Mario Flores, aunque no en el momento del accidente, ya que ocupaba esta cartera José Ramón García Antón, quien falleció en 2009. La jornada del lunes la cerrará el secretario judicial del Juzgado número 21 de Valencia el 3 de julio de 2006.

Esta comisión de investigación, que se constituyó en las Corts el pasado 28 de septiembre, tiene previsto finalizar las comparecencias a mediados del mes de junio, tras haber oído a cerca de 70 personas.

En la primera comisión de investigación sobre el mismo accidente del metro, que se celebró en 2006 y duró nueve jornadas --cuatro de comparecencias--, el dictamen que aprobó el PP en solitario consideraba que el accidente no era ni "previsible" ni "evitable" y se eximía al Consell de cualquier responsabilidad política.