El expresidente de la Generalitat Alberto Fabra cree que es momento de soluciones imaginativas para que el bloqueo para formar gobierno registrado tras las elecciones del 20 de diciembre «no se repita». No cabe en su opinión ni trasladar la responsabilidad a los partidos (rechazó al respecto que deban cambiar sus listas) ni a los ciudadanos. Lo más apropiado sería plantear una modificación de la ley electoral para incluir fórmulas que impidan situaciones como la actual, dijo. Una alternativa podría ser una segunda vuelta con los dos candidatos más votados, planteó.

Fabra se manifestó anoche de esta manera al analizar la coyuntura política en Halcones y palomas, el programa que dirige y presenta Guillermo López en Levante TV. Ayer participaron además la analista Isa Castelló, Bernardo Guzmán (Cadena Ser), Elvira Graullera (Europa Press) y Alfons Garcia (Levante-EMV).

El político del PP recordado por el cierre de RTVV habló de pasado, presente y futuro. «No aspiro a volver al primer plano», dijo sobre sus planes para el porvenir. «No volvería a dirigir el PP valenciano. Corresponde a otros», remató.

Fabra, que se declaró una persona «muy institucional», aseguró tener la conciencia muy tranquila sobre sus decisiones en torno a la empresa Valmor y la Fórmula 1. La Fiscalía Anticorrupción estudia la imputación del exjefe del Consell por la compra de la citada firma, pero este defendió las empresas adoptadas por su gabinete con el fin de ahorrar 70 millones de euros, dijo, a la Generalitat.

El exalcalde de Castelló es hoy miembro de la Cámara Alta y sobre la polémica en torno al sexto senador valenciano, fue claro. Corresponde uno por millón de habitantes y como la C. Valenciana no alcanza ya los cinco millones le correspondería perder uno, pero en todo caso, la cuestión ahora no es esa, afirmó, sino que esa decisión se debería producir en las próximas elecciones autonómicas.

Fabra nunca se ha arrepentido de haber aceptado la presidencia de la Generalitat, pese a las circunstancias complicadas. Eso sostuvo anoche, al menos. Como tampoco se arrepiente del cierre de Canal 9. A la nueva, en proyecto, no se opone: «Es que nosotros propusimos una televisión ajustada a la situación del siglo XXI, con 70 millones de presupuesto y de 400 a 600 empleados».

De Rita Barberá señaló que la línea roja marcada ha sido la imputación y de los condenados del PP por corrupción como Carlos Fabra y Rafael Blasco aseguró que «no representan al PPCV». «Nos han hecho mucho daño», dijo sobre la abundancia de imputados, pero «el PP es mucho más».