«Para nosotros el verdadero premio es conseguir un 70 % de inserción laboral de nuestro alumnado», decía ayer el profesor Lorenzo González tras conocer que el proyecto que coordina en el Centro Integrado Público de Formación Profesional (CIPFP) de Mislata es una de las ocho experiencias pedagógicas a las que el Ministerio de Educación ha concedido el premio Fernando Giner de los Ríos a la mejora de la calidad educativa.

El único trabajo de la Comunitat Valenciana galardonado en esta convocatoria nacional es una apuesta por introducir nuevos modelos educativos en el aula para favorecer la empleabilidad del alumnado. Una propuesta que, además de González, firman Salvador del Toro y María Cruz García. Los dos primeros son profesores técnicos de FP de la especialidad de Sistemas y Aplicaciones Informáticas y la tercera imparte Formación y Orientación Laboral (FOL).

Metodología «Scrum» en clase

La experiencia, que implantaron hace cuatro cursos en el ciclo superior de Desarrollo de Aplicaciones Web (DAW), consiste en «replicar en clase el funcionamiento de una empresa de software, aplicando la metodología de trabajo Scrum propia de esos entornos», resume la profesora García.

«Scrum, es la melé del rugby en inglés „apunta Del Toro„, y se usa para definir el trabajo en equipo y las interacciones dentro del grupo». «Esta es una metodología de desarrollo de software muy ágil que comenzaron a implantar las grandes empresas de Japón y que se ha extendido a todo el sector», añade. Mediante pósits, las pequeñas notas de papel autoadesivas, los grupos se marcan metas (sprint) a cumplir cada dos semanas con el fin de comprobar facilmente los objetivos alcanzados.

La ventaja de este entrenamiento en el aula, que se realiza durante la segunda evaluación previa a las 400 horas de prácticas o Formación en Centro de Trabajo (FCT) del último de los dos cursos del ciclo, es que «cuando llegan a la empresa no lo hacen desde cero, pues ya saben cómo se trabaja, dice Del Toro. «Han cambiado el chip», apunta González.

Toda la teoría se concentra en la primera evaluación con el fin de desarrollar durante la segunda el proyecto de trabajo práctico, que consiste en la creación de una tienda online en internet comunicada con un sistema bancario.

La recreación de este entorno de producción en el aula va mucho más allá de aplicar los conocimientos técnicos, pues Del Toro subraya que «también se trabaja la creatividad, la innovación, el desarrollo personal y las habilidades sociales, que son claves para la inserción laboral».

«Un futuro para los alumnos»

Para González «una parte importante de la enseñanza es el respeto a los alumnos, conocer sus necesidades y circunstancias, pues el objetivo es conseguir gente motivada, que quiera trabajar en clase». «Lo que hay que intentar es que el alumno tenga interés por aprender, el resto sale solo», concluye.

El premio Giner de los Ríos, que está dotado con 15.000 euros, para Del Toro es «un signo de que lo estamos haciendo bien para que nuestros estudiantes tengan un futuro». Así, por ejemplo, de los 15 alumnos de DAW que este curso han participado en el proyecto Scrum «ya les han ofrecido trabajo en la empresa que acaban de empezar a hacer la FCT».

García entiende que el galardón también es «un reconocimiento a la Formación Profesional, pues pone en valor la innovación educativa que realizamos los profesores de los ciclos».