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Análisis

Una campaña minada para el PPCV

La calle Quart teme nuevos escándalos sobre el exconseller y a una Barberá fuera de control

Una campaña minada para el PPCV

Los populares valencianos tendrán que transitar por un campo minado antes de enfrentarse al veredicto de las urnas el próximo 26 de junio. Su situación era ya de por sí delicada dado los numerosos casos de corrupción asociados a la marca que se arrastran, pero la listas electorales impuestas por Génova, así como el resurgir del conflicto interno con la exalcaldesa Rita Barberá auguran semanas muy complicadas. El temor anida en la cúpula regional del PPCV cuya lideresa, Isabel Bonig, quiso ayer ponerse la venda antes de la herida al admitir que Génova le había impuesto la continuidad de Gerardo Camps. «Se han hecho las listas siguiendo órdenes», indicó.

El exvicepresidente del Consell en la etapa Camps es una candidato «tóxico» desde que su nombre quedó salpicado por la Operación Taula. Sin embargo, no es este el asunto más inmediato que preocupa en la calle Quart. El exconseller, que irá finalmente en puesto de salida, lleva varias semanas en el ojo del huracán por los gastos de caja fija en dietas y restauración cuando era responsable de la Sociedad Proyectos Temáticos. Camps, un veterano que conoce perfectamente los resortes de la política, ha sabido moverse bien en Madrid y convencer a quién correspondía de que unas facturas no podían llevárselo por delante. Lleva años en la gestión (también fue secretario de Estado) y los asuntos más delicados de la era Camps pasaron por sus manos. Tiene contactos y una memoria privilegiada. Y, como no, información. Por ello, no es un enemigo fácil.

Ahora bien, está en el punto de mira y toda su gestión a mano del tripartito. En el PP no descartan que la campaña se vea empañada con nuevas facturas o documentos comprometidos. «Es un error que esté», apuntan en privado, aunque descargan en Génova la responsabilidad. En todo caso, de momento en una lista que lidera un ministro (José Manuel García-Margallo) que va por libre, la provincial de Alicante no tiene fácil la campaña con Camps de tercero. Génova también ha salvado en la lista por Castelló a Oscar Clavell, quien está a punto de sentarse en el banquillo por una asunto administrativo. Clavell preocupa menos porque no es un caso de corrupción y porque el afectado dejará el acta si lo juzgan. Eso ha prometido.

La segunda bomba de relojería es una Rita Barberá profundamente cabreada con los jóvenes de Génova por haber desvelado que el instructor la interrogó por el caso del blanqueo de capitales. Barberá se ha revuelto y nadie es capaz de aventurar qué hará. El conflicto ha vuelto a estallar a las puertas de una campaña en la que su presencia o sus ausencias serán motivo de interés.

La exalcaldesa, contra los jóvenes de Génova

La exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá, evidenció ayer su cabreo con los nuevos dirigentes de Génova y en unas declaraciones al diario La Razón calificó de «irresponsabilidad» que Maillo hablara de su expediente. También cargó contra el ministro Alfonso Alonso y el vicesecretario nacional de Ación Sectorial, a quienes les recordó su condena por su gestión en su etapa municipal Vitoria: «Que se preocupen de su condena». Sobre Maroto ironizó con que estaba más ocupado en acudir con su marido al Festiva de Eurovisión. Las declaraciones de Barberá han sentado muy mal al PPCV. La coordinadora Eva Ortiz las calificó de inapropiadas y defendió a los dirigentes de Madrid.

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