El inspector jefe de la Policía Autonómica y ex jefe de seguridad de Presidencia de la Generalitat, Rafael Piqueras, ha declarado hoy en el juicio que se sigue contra él por coaccionar al ex jefe de prensa de vicepresidencia en las «gestiones» que realizaba para localizar al «topo del Palau» que «actuaba por orden del Presidente de la Generalitat», Alberto Fabra.

La primera sesión del juicio contra Rafael Piqueras se ha celebrado esta mañana en la sección quinta de la Audiencia de Valencia, con la declaración del acusado, del exjefe de prensa de vicepresidencia de la Generalitat, Juan Manuel Botella, además de media docena de testigos, entre los que estaba José Císcar, ex vicepresidente del Consell y actual diputado del PP en las Corts.

Piqueras ha explicado que Fabra le pidió que realizara gestiones para identificar al «Topo del Palau». El inspector de la Policía ha justificado el empeño que puso en identificar al informante porque las filtraciones sobre los gastos de Presidencia podían poner en peligro la seguridad del edificio gubernamental «por si se filtraba algún plano del edificio» y «como jefe de seguridad tengo que velar por ella y evitar que se produzca ningún tipo de atentado o intrusión». Según el policía el encuentro que mantuvo con el jefe de prensa de vicepresidencia fue «cordial» y «no le acusé de nada». «Sólo pretendía que ya que se estaban produciendo filtraciones a periodistas, que él utilizará sus contactos para saber quién estaba haciendo las filtraciones, porque el cauce normal para obtener la información que se estaba publicando son las Corts».

Piqueras ha añadido que antes de que trascendiera el novelesco episodio de su interrogatorio a Botella «desde vicepresidencia se advirtió al presidente de la Generalitat que 'va a haber un escándalo en la prensa' pero que se frenaría si Fabra ayudaba a Císcar a conseguir la presidencia de la Diputación de Alicante».

La versión de Juan Manuel Botella, el periodista coaccionado, fue muy distinta y volvió a relatar ante las magistradas de la sección quinta las frases amenazantes que le dirigió el jefe de seguridad del Palau para que confesara que él era el «topo del Palau», algo que el periodista negó. Y confirmó que el agente pretendía arrancarle la confesión de que él era el filtrador de la información de Presidencia de la Generalitat «a cambio de no denunciarme ante la justicia». Una amenaza que aderezó con frases amenazantes como «quizás duermas en el calabozo, La gente se ablanda en un calabozo» o «no mientas, por favor, porque si no, no sales hoy de aquí».

El ex vicepresidente José Císcar ha confirmado el relato de su exjefe de prensa y, aunque no intervino por deseo expreso del periodista, confirmó que relató los hechos al presidente de la Generalitat, Alberto Fabra. Meses después el jefe de seguridad de Presidencia de la Generalitat fue destituido.

La Fiscalía solicita que el inspector de policía sea condenado por un delito de coacciones a una multa de 15 meses con 10 euros de cuota diaria, seis meses de suspensión de empleo o cargo público de policía y que indemnice al periodista con 2.000 euros por daños morales. Juan Manuel Botella que ejerce la acusación particular reclama una indemnización por los daños morales sufridos.