La Diputación de Valencia ha entendido el mensaje de la necesidad de luchar contra el mosquito tigre y ha destinado una partida de un millón de euros para ayudar a los municipios de la provincia en el trabajo de campo con empresas especializadas. La orden para solicitar las subvenciones se publicó ayer en el Boletín Oficial de la Provincia y de ellas se podrán beneficiar casi la totalidad de los municipios valencianos -255 de los 266- ya que el requisito para poder acceder al dinero es contar con menos de 30.000 habitantes.

La premisa es atajar la expansión del mosquito tigre o Aedes Albopictus a más municipios de la provincia ya que el año pasado se detectó su presencia en, al menos, 14 poblaciones valencianas, todas de la costa. Y es que el mosquito -conocido por ser muy agresivo y tener una picadura muy molesta- necesita de ciertas condiciones como el calor y la humedad para desarrollarse en óptimas condiciones y éstas se dan en el litoral valenciano.

Las ayudas implementadas por la Diputación de Valencia siguen la línea de movilización del resto de administraciones públicas después de que se haya puesto de relieve el potencial peligro del mosquito tigre como vector de enfermedades tropicales como el dengue, el chikungunya y, ahora, el virus zika.

Su molesta picadura ya había llenado en veranos anteriores los centros de salud pero el brote de la enfermedad del zika en Iberoamérica y la alarma mundial lanzada tras su presunta relación con malformaciones congénitas en bebés ha hecho que las administraciones se planteen seriamente el control de la plaga. Por ahora, y según los últimos datos confirmados por la Conselleria de Sanidad, en la Comunitat Valenciana se han detectado 8 casos de enfermos por virus zika. Todos ellos son, sin embargo, importados: es decir, el contagio se dio en algunos de los países donde la enfermedad está desarrollada y los síntomas -todos leves- dieron la cara cuando los infectados llegaron a territorio valenciano.

El peligro de un contagio autóctono es muy bajo pero la presencia de un mosquito que puede transmitir la enfermedad hace necesario actuaciones concretas, según vienen recordando las administraciones en los últimos meses.

De esta forma, el millón de euros previsto por la diputación servirá para ayudar a los municipios a llevar a cabo tratamientos específicos de control de los posibles focos a través de proyectos concretos y empresas especializadas.

Así, los expertos apuntan a que es aconsejable actuar antes de la llegada del fuerte calor del verano para poder atacar a las larvas y evitar en los posible tratamientos adulticidas. Los focos a tener en cuenta son los imbornales, las fuentes de agua y las zonas con riego controlado. Las áreas naturales con acumulación de agua también están en el punto de mira pero el Albopictus es urbano, por lo que los municipios, tengan o no gran extensión natural en sus términos deben estar alerta.

No hay cantidad tope de ayuda por municipio pero aquí la Universidad de Valencia cumplirá un papel clave ya que serán sus expertos -que están ayudando a la Generalitat Valenciana a diseñar las actuaciones globales contra el mosquito en todo el territorio de la Comunitat- los que suministrarán la información para decidir qué poblaciones necesitarán más inversión por su tamaño, la expansión del mosquito y el riesgo que suponen los posibles focos localizados.

El año pasado, se confirmó la presencia de focos de Aedes Albopictus en Alzira, Canet d´En Berenguer, Cullera, Gandia, Godella, Oliva, Paiporta, Picanya, la Pobla de Farnals, Real de Gandía, Sagunt, Sueca, Tavernes de la Valldigna y València aunque es de esperar que, este año, el mosquito se registre en más lugares.

Está demostrado que su expansión está muy relacionada con los movimientos humanos. La autopista del mediterráneo ha sido, por ahora, su mejor forma de viajar dentro de vehículos.