Un año después de las elecciones autonómicas y municipales que supusieron el vuelco político en la Comunitat Valenciana tras 20 años de gobiernos del Partido Popular, representantes de las fuerzas de izquierdas que protagonizaron dicho cambio se reunieron ayer en Valencia para hacer balance.

En plena ola de lo «confluyente», Rosa Pérez (EUPV-Guanyem Catarroja), Sergi Campillo (Compromís de Valencia), Naiara Davó (Podemos-Guanyar Alcoi) y Nahuel González (EUPV-Més Gandia) hicieron una valoración de sus experiencias en diferentes gobiernos de coalición. Dificultades, retos, experiencias y beneficios derivados de doce meses de convivencia centraron el encuentro de Lligams d'Esquerres, celebrado en el Centre Octubre de Valencia.

«Pedimos más competencias a nivel municipal y más financiación, porque los vecinos cuando necesitan ayuda al primer sitio donde acuden es a su ayuntamiento», explicó Pérez. Entre las dificultades con las que se han encontrado estos nuevos gobiernos destacaron «la falta de liquidez y de personal para poder hacer frente a las necesidades de los ciudadanos», añadió la diputada.