Las Corts han renunciado definitivamente a la ampliación de sus instalaciones y han abandonado toda idea de convertir la manzana anexa al Palau dels Borja en un macrocomplejo parlamentario, un proyecto con el que soñaron los presidentes populares desde los tiempos de Julio de España.

La cámara valenciana se ha desprendido ya de patrimonio inmobiliario y ha revertido a la Generalitat dos inmuebles que fueron adquiridos a golpe de talonario en los años de la burbuja inmobiliaria para formar una especie de distrito parlamentario en el perímetro de las calles Muro de Santa Ana-Navellos, Conde Trénor, del Salvador y la Unión.

En concreto, los inmuebles de los que se desprende las Corts son la popularmente conocida como casa de los dulces „la de los caramelos está en la calle de Xàtiva„ y un edificio con fachada a la calle Conde Trénor adquirido en 2007 y que tenía como objetivo acoger a diputados autonómicos de Alicante y Castelló. También quedó ya hace años en el olvido la pretendida construcción de una residencia oficial del presidente de las Corts en el solar de la calle del Salvador.

Ahora, con los pies en la tierra, los dos inmuebles pasan a control de la Generalitat, que técnicamente ya era la propietaria aunque los edificios estaban adscritos a las Corts. Será el Consell de Ximo Puig el que tendrá que decidir ahora qué hacer con ambas construcciones, que en su momento costaron entre las dos más de diez millones de euros. En concreto, la casa de los dulces costó 6,8 y la finca de cinco alturas, 3,6.

Esta decisión de los nuevos gestores de las Corts supone el primer paso atrás en la creación del complejo parlamentario que se ha ido expandiendo desde los años 80 cuando se estrenó el salón de plenos del Palau dels Borja, sustituido después por el actual hemiciclo, que se inauguró en septiembre de 1990. La última gran operación constructora que las Corts abordó fue el actual edificio de los grupos parlamentarios, inaugurado en 2001 con un coste de 11 millones.

Mientras, la boyante situación económica de las Corts, en contraposición con la de la Generalitat, volvió a quedar de manifiesto ayer sin ir más lejos. La Mesa aprobó en su reunión matinal y a propuesta del presidente, Enric Morera, el reintegro a la Generalitat de un total de 4,6 millones euros procedentes de los remanentes de crédito que la cámara había ido acumulando y que no tenía previsto gastar.

El presidente, Enric Morera, propuso a la Mesa, a la vista de los informes positivos de los servicios económicos y de Intervención, la devolución de esta cantidad de dinero y la Mesa dio luz verde por unanimidad a la propuesta, a pesar de que ese remanente se podía haber destinado a comprometer gasto. Así, el Consell, cuya situación financiera es angustiosa, dispondrá de ellos para la finalidad que considere más adecuada.

Morera asegura que con el actual presupuesto de las Corts es suficiente para atender todas las mejoras que necesita el mantenimiento del Palau dels Borja. Además, pone al día las cuentas y se lanza, según el presidente, una imagen más fiel de la realidad contable del Parlamento y del saldo existente en las diferentes partidas.