El exdirector de Ingeniería y Obras de Acuamed, Francisco Valiente, aseguró ante el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco que tanto él como otros empleados de esta empresa pública sufrieron constantes presiones por parte del exdirector general, Arcadio Mateo, quien en algunos contratos supuestamente irregulares llegó a hacer alusión a presiones de terceros.

«Paco, esto es así, no es cosa mía, hay mucha gente ahí... en el partido y tal», asegura Francisco Valiente que le dijo Arcadio Mateo en relación a la desaladora de Mutxamel. Este antiguo directivo de Acuamed le había advertido de irregularidades que «podían joderle la vida».

Al hacer alusión a gente del partido, el juez Velasco paró el relato de Valiente para que le especificara si se refería a una forma de financiar al partido. «No lo sé», contestó éste, que sólo añadió que Arcadio Mateo le explicó: «Aquí todos los contratistas tienen que vivir».

El juez Velasco preguntó Arcadio Mateo, ex director general Acuamed, empresa dependiente del Ministerio de Agricultura, si había favorecido «escandalosamente» a empresas privadas para «financiar a un partido político o para meterse el dinero en el bolsillo». Arcadio Mateo respondió que no había beneficiado «a nadie» y que así lo demostraría, al tiempo que se acogía a su derecho a no declarar.

Valiente relató al juez las «insoportables» presiones que sufrió para efectuar a FCC unos pagos supuestamente irregulares, que, según su versión, habían sido acordados en reuniones «al más alto nivel» con el exministro Miguel Arias Cañete.

Una red «criminal»

El juez Eloy Velasco cree que el ex director general de Acuamed, Arcadio Mateo, y su número dos, Gabriela Mañueco„detenida primero, libre bajo fianza y readmitida recientemente„ dirigían la empresa pública como una «organización criminal».