Torres Torres se alza en la comarca de El Camp de Morvedre como un reducto de refugio y descanso de ilustres durante la época medieval. Un lugar surgido en la ruta entre el Reino de Aragón y el de Valencia para el reposo y la protección de grandes nombres como el Cid , Jaume I, Pedro IV o Gonzalba de Arenós, señora de Torres Torres, casada con Joan de Cardona, hijo del conde de Prades.

Nuestra ruta comenzará hoy por su castillo, asentado en la loma del Tossal. Un proyecto que surge principalmente debido la necesidad de descanso de los que pasaban por allí dentro de su viaje entre reinos, además de por la urgencia de defensa dado el conflicto de la época.

Esta primera torre islámica de 1089 se va ampliando hasta el siglo XVI con cuatro torres más y sus respectivas murallas, que ahora están siendo objeto de una intervención con fondos de Diputación dado su gran deterioro.

Los historiadores y cronistas cuentan que el Cid pasó por allí, que Jaume I acampó en sus alrededores cuando bajaba a la conquista de Valencia y que Pedro IV hizo noche en el castillo huyendo de Valencia por la peste.

A tan solo 50 metros de esta edificación encontramos los vestigios de lo que fue la primera iglesia, de 1270, de la que tan solo se conservan parte de sus muros. Las últimas excavaciones arrojaron a la luz varias tumbas, unas para los curas y otra para la señora de Torres Torres, que encargó levantar una capilla y ser enterrada en la misma después de varios años escondida huyendo de su marido por los maltratos a los que la sometía.

El aumento del culto obligó a derribar esta iglesia, al quedarse pequeña, y a construir la actual, la de Nuestra Señora de los Ángeles, que se alza a la entrada del municipio por la antigua N-340. Frente a ella, se haya la cisterna que suministraba agua tanto a los baños árabes como a la población y que dejó de hacerlo hace 30 años tan solo.

Los baños árabes son uno de los conjuntos históricos-artísticos más importantes del municipio. Su estado de conservación los convierte en los terceros de la Comunitat Valenciana y los undécimos de toda España, ya que mantienen en perfecto estado sus tres salas; la caliente, la templada y la fría, además de sus urinarios, la leñera y la última estancia descubierta; el vestidor. De estos baños rurales quedan muy pocos en el país y aunque se llaman árabes, fueron construidos por cristianos a finales del siglo XIV.