Las condiciones ambientales del último año , con verano muy cálido y un invierno poco lluvioso, favorecen la llegada de medusas de la especie «pelagia noctiluca» a las costas del mediterráneo occidental, según dijo ayer el doctor Antonio Canepa, en el V Simposio Internacional sobre Proliferaciones de Medusas.

Más de 250 investigadores y expertos en cambio climático procedentes de 38 países participarán desde ayer y hasta el próximo 3 de junio en el V Simposio Internacional sobre Proliferaciones de Medusas.

Es la primera vez que se celebra este simposio en Europa, según ha informado el comité organizador, formado por científicos del Instituto de Ciencias del Mar (ICM-CSIC), encabezados por los investigadores del CSIC Verónica Fuentes y Josep Maria Gili, la Universidad de Alicante y el Museo de Ciencias Naturales de Barcelona.

En cuanto a la predicción de la presencia de medusas en el mar Mediterráneo este año, Verónica Fuentes explicó que los modelos predictivos actuales sólo muestran datos de 24 a 48 horas, por lo que no pueden concretar una cifra exacta sobre la cantidad de medusas que habrá en las costas este verano.

Fuentes ha destacado que algunos de los temas que tratarán durante el simposio serán los factores que aumentan la proliferación de medusas, entre ellas las condiciones ambientales y la interacción con el ser humano.

Según los expertos, además de las razones climáticas, existen crecientes evidencias de que algunas actuaciones humanas favorecen la proliferación de determinadas especies de medusas.

El antecedente de Denia

Verónica Fuentes fue directora de una tesis doctoral de César Bordehore de la Universidad de Alicante , en la que se analizó la ecología de la Carybdea marsupialis, el único cubozoo detectado hasta ahora en aguas del Mediterráneo más concretamente en el Adiático, y que desde 2008 tiene una presencia continuada en las costas de Denia.

También ha aparecido, aunque en menor medida, en el puerto de Gandia y la playa de Santa Pola. Bordehore ha investigado la ecología de esta especie y ha documentado un caso de picadura de que fue más allá de las intensas molestias urticantes de la Carybdea marsupialis provocando en una paciente algunas complicaciones de salud.

El investigador sostiene que la relevancia de las picaduras de medusas en el Mediterráneo español «podría estar infravalorada, tanto a nivel de salud como de costes para el sistema sanitario. Solo la atención por picaduras tendría un coste de 8 millones de euros en la costa española», sin contar el presupuesto que consumen las postas sanitarias distribuidas por todo el litoral. «Un 58,1% de las atenciones de postas sanitarias están provocadas por picaduras de medusas», añade.

En el caso concreto de la Carybdea marsupialis , en 2008 se registraron en Denia 3.330 picaduras, 3.350 en 2009 y 1.348 en 2010, con un repunte de 3.040 picaduras en 2012 que volvió a bajar a 1.872 en 2013, según datos publicados por el investigador.