Estabilidad y honradez. Las dos palabras resumen el año de cambio en el gobierno de la Generalitat, según su presidente, Ximo Puig. El líder del PSPV ha utilizado dos contundentes frases para ilustrar estos conceptos. "Nos queremos más que los anteriores, que eran de un solo partido", ha dicho sobre las relaciones en el seno del Consell con Compromís, el socio de gobierno. "Me llevo mejor con la vicepresidenta (Mónica Oltra) que los de antes", ha sentenciado en torno a la estabilidad del ejecutivo, que hace un año se ponía en cuestión.

Sobre la honradez no ha sido menos gráfico: "Las empresas saben que pueden venir porque nos les van a pedir mordidas". "Se va a hundir todo, decían, pero no hay ni un indicador que vaya a peor", ha afirmado.

Puig ha participado esta tarde en un acto del PSPV de Valencia, que ha sido también una reivindicación de su papel de "grupo de la gestión" dentro del tripartito que comanda el ayuntamiento de la capital con Joan Ribó (Compromís) al frente. Joan Calabuig ha incidido en ese aspecto de la eficiencia de los socialistas en una alocución, extensa, centrada en el resurgir de la economía.

El tono reivindicativo frente a Madrid, característico cada vez más de Puig, ha sido otro de los rasgos del acto, solo unos días antes de que comience la campaña de las nuevas eleccciones generales. "Nos deben más de 12.000 millones y no estamos dispuestos a perdonar", ha asegurado sobre la deuda histórica.

Cerca de 300 personas han asistido al acto, con preguntas del público, celebrado en el Palacio de la Exposición de Valencia.