Xàtiva celebra corridas de toros desde finales del XVIII, tanto en tres cosos anteriores como en el actual, que fue inaugurado en 1919 y es obra del arquitecto Demetrio Ribes, autor de la Estación del Norte de Valencia. En la actual plaza, remodelada entre 2005 y 2007, salvo los años de la Guerra Civil ha habido corridas de toros con todas las figuras del momento hasta el año pasado. El no a los toros, además, crea una paradoja: los ahora partidos de gobierno —durante años, oposición de Alfonso Rus— criticaron la inversión de más de 12 millones de euros en la plaza, a la que jocosamente muchos vecinos llaman el OVNI o el platillo volante por su gigantesca cubierta.

Un gigante de acero

Argumentaban que era una inversión descabellada para albergar tan sólo una semana de toros al año. Ahora, carente de toros, el coso se convierte en un gigante de acero y cemento sin utilidad tampoco para esa programación.

Pero la mayor repercusión del no a los toros es que pone fin a una etapa casi centenaria en la que la Fira d'Agost era sinónimo de cita con las grandes figuras del toreo. Salvo muy pocas excepciones (por ejemplo, José Tomás) por la plaza han pasado estrellas del toreo de todas las épocas: Lalanda, Antoñete, Enrique Ponce, Belmonte, El Cordobés, Talavante, Finito de Córdoba, Camino, Bienvenida... En 2014, la plaza albergó el sonado regreso de Vicente Ruiz, El Soro, tras 21 años sin vestirse se luces. Xàtiva fue cuna, además, de uno de los toreros valencianos más famosos, Joaquín Sanz, Punteret. Este matador encontró la muerte en la plaza de toros de Montevideo en 1888 y su fallecimiento significó la abolición de los toros en Uruguay.

Pero si hay una anécdota que marca la fama de la plaza de Xàtiva es la que protagonizaron los míticos Joselito y Belmonte. El 11 de abril de 1920 —sólo un año después de su inauguración— el coso albergó un mano a mano entre ellos. Pese a la colosal fama de ambos, el tendido registró una pobre afluencia de espectadores. Días después, en una entrevista, preguntaron a Belmonte cuál era la plaza más grande del mundo. Y dijo: «la de Xàtiva, porque ni Joselito y yo juntos conseguimos llenarla el otro día».