La Mesa por la Libertad, el «salvem» la concertada que han montando las patronales de la enseñanza privada sostenida con fondos públicos y las AMPA católicas contra las políticas del conseller de Educación, Vicent Marzà, reunió ayer a unas 2.000 personas en «un abrazo» a la Generalitat.

La protesta, la segunda en semana y media, tenía por objetivo reclamar la extensión a los colegios concertados y a las Escuelas Infantiles privadas del programa piloto de la conselleria para el adelanto de la escolarización a los dos años. La Mesa considera una «discriminatorio» que esta escolarización gratuita sólo se aplique en colegios públicos. Sin embargo, la cadena humana alrededor del Palau derivó en un clamor por la libertad de elección de centro en el que el grito más coreado fue el de «¡Marzà, dimisión!»

La presidenta de la patronal Escuelas Católicas, Vicenta Rodríguez criticó que los niños de las 35 aulas piloto de los colegios públicos pasen directamente a las aulas de 3 años, mientras que en los concertados con aulas de 2 años los alumnos deben hacer la admisión para seguir en el mismo centro.

Como es habitual se invitó a los portavoces de la Mesa a acceder al Palau para transmitir sus reivindicaciones al jefe de Gabinete del Presdente, pero éstos declinaron hacerlo si no les recibía Puig. Fuentes de Presidencia mostraron su «sorpresa por el rechazo a hablar de quienes piden diálogo».