Una nueva carta de Antonio Cañizares a los políticos. El cardenal envió ayer una misiva abierta «a los parlamentarios socialistas que promueven su reprobación en las Corts Valencianes» en la que les reprocha que esa posible reprobación que se votará en el parlamento autonómico está «basada en hechos falsos que se toman como verdad de forma imprudente».

Así se expresa Cañizares en una carta al portavoz socialista, Manuel Mata, y a la diputada Rosa Mustafá, y cuya copia ha enviado al resto de grupos, por promover esa iniciativa por lo que los diputados del PSPV califican como «manifestaciones contrarias a las leyes de igualdad de género y el colectivo LGTBI», aunque según el cardenal: «Nada de lo que ustedes afirman sobre mí es cierto».

Cañizares asegura en su misiva que «no resulta especialmente meritorio instar una iniciativa de este tipo basada en hechos falsos que se toman como verdad de forma imprudente» y les invita a «contrastar la información» y a «que no se queden en un mero titular cuando lo que pretenden es llevar a cabo una actuación para descalificarme».

Según la carta remitida por el arzobispado, el prelado defiende que «la posición jurídica de inmunidad» que ambos tienen como diputados «no les da derecho a faltar a verdad» imputándole afirmaciones que ha hecho.

«No tengo por menos que lamentar públicamente sus declaraciones, pues los hechos que señalan no son ciertos, y en este sentido les rogaría que rectificasen», agrega. El cardenal asegura que, entre otras cosas, le acusan de «ser el líder de la oposición; estar realizando un permanente llamamiento a la insumisión en contra de las leyes de violencia de género; estar en contra de la igualdad entre hombres y mujeres; dirigir 'como títeres' algunas de las escuelas de la concertada, y la injerencia permanente en la política».

«Nada de lo que ustedes afirman es cierto», asevera el purpurado. Cañizares señala que «nadie, repito, nadie como la Iglesia Católica desde todos los medios que tenemos en el Arzobispado de Valencia nos hemos entregado a la protección de la mujer y más aún de la maltratada y a la lucha contra la lacra execrable de la violencia machista».

Por ello, y con preocupación, advierte a los socialistas que reflexionen y que «sin ningún tipo de error imprudente, puedan potencialmente llevarme a ser reprobado en la institución de la Generalitat que representa al pueblo valenciano, y a mí como hijo de esa tierra». Reivindica que, «desde el siglo IV hasta hoy, esta archidiócesis ha significado la unidad de todos los valencianos y todos mis antecesores como yo, hemos defendido a esta Comunidad, a Valencia, desde la búsqueda del bien común reivindicando la libertad y la independencia del poder político».