El premio Nobel de Economía de 2015, el economista Angus Deaton, advirtió ayer en Valencia de que las «la combinación de políticas de austeridad y la debilidad en la lucha frente a la corrupción es una bomba». «Cuando uno pide esfuerzos a la población tiene que ser muy riguroso para no crear irritación y no puede haber ninguna sombra de corrupción», subrayó el Nobel y jurado de los Premios Rey Jaime I. El economista de origen escocés „tiene la doble nacionalidad británica y estadounidense„ recordó que «en la Segunda Guerra Mundial se pudo pedir un gran esfuerzo porque todo el mundo estaba implicado, pero no se pueden exigir esfuerzos a la población si hay sombra de corrupción».

Angus Deaton, que es partidario de la inversión pública como revulsivo de la recesión, se mostró muy crítico con los recortes. «El mundo estaría mejor con menos austeridad», sentenció. El economista destacó que a «España no le viene bien esta situación de austeridad en la que está inmersa dentro de la Unión Europea».

El catedrático de la Universidad de Princeton (EE UU) aseguró que ha analizado el impacto de la crisis en el aumento de las desigualdades en España y ha sido menor del que esperaba. «España tiene menos desigualdades que otros países como Gran Bretaña, Estados Unidos, Corea o Japón». Pese a ello, lamentó que junto a la austeridad «en Europa y en Estados Unidos no se ha estimulado la política fiscal», lo que a «España no le ha venido bien».

Preguntado por las causas de la desigualdad, el catedrático de Princeton indicó que no se conocen todas. «Hay diferentes hipótesis, una de ellas es que se ha producido por la alta velocidad del cambio tecnológico. Una parte de la sociedad sufre porque sus habilidades pueden ser sustituidas por máquinas», señaló Deaton.

Desigualdad buena y mala

El economista añadió que hay una desigualdad «buena» que estaría compuesta por la gente que se ha hecho rica «haciendo la vida mejor a la gente» y otro «mala» que está formada por la gente que se ha enriquecido «gracias a la presión sobre la población» como los lobbies.

El economista insistió en que «la única solución para acabar con esta mala desigualdad es política. Los que se sienten perjudicados deben organizarse, dar batalla y votar para que haya reformas justas». Deaton afirmó que las reformas no pueden venir de ideas como las del candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump.

«Espero que nunca sepamos qué pasaría si Trump llega a la presidencia de Estados Unidos», bromeó el Nobel. Para Deaton, el ascenso de Trump y de Bernie Sanders responde a la «situación polarizada» de la sociedad estadounidense en la que «nadie está aportando soluciones» y «los extremos han logrado capitalizar la insatisfacción».

En cualquier caso, aconsejó «no ser pesimista» porque en su opinión España «está ahora mejor que cuando se produjo la crisis porque hay una conciencia de que hay que realizar reformas y buscar unas reglas del juego que sean más justas».