El Consell presentó ayer públicamente uno de los compromisos más significativos del denominado Pacte del Botànic entre PSPV, Compromís y Podemos que conformó el actual gobierno valencianos: la creación del Banc de la Generalitat, es decir una entidad de crédito de titularidad pública que pretende ser una «herramienta de política económica» y convertirse en un dinamizador de la financiación empresarial. Sin embargo, la institución nace a media potencia, dado que carece de ficha bancaria y, por tanto, de la posibilidad de acceder a la liquidez del Banco Central Europeo (BCE). Es decir, deberá jugar el partido con sus recursos actuales, lastrados por la elevada morosidad.

El director general del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), Manuel Illueca, situó a finales de 2017 el momento en que nacerá oficialmente la nueva entidad. Para entonces, se producirá una escisión en el seno del IVF. Por un lado, se creará el denominado Banc de la Generalitat, que se dedicará a la actividad crediticia propiamente dicha, mientras que el instituto retendrá las funciones públicas, es decir, la gestión de la deuda, el crédito al sector público instrumental de la administración autonómica, la supervisión de entidades financieras o la consultoría de la Generalitat, entre otras misiones que ya desarrolla.

Negociación

El resto de cometidos actuales pasará a ejercerlos el banco, que será constituido con la vista puesta en lograr la citada ficha bancaria, una gestión complicada de obtener en la actual coyuntura financiera pero que los responsables del IVF ya han empezado a negociar con el Banco de España.

Así, la nueva entidad quedará excluida del perímetro SEC de la Generalitat con el propósito de alejarla lo más posible del sector público. El balance conservará unos activos de 450 millones consistentes en créditos al sector privado, tesorería y créditos públicos con retorno, un capital de 200 millones y un pasivo privado de 250 millones. La cuenta de pérdidas y ganancias llegará saneada: el IVF perdió 2,3 millones en 2015 tras obtener unos números rojos de 35,4 en el ejercicio precedente.

Finalmente, sus órganos de gobierno se profesionalizarán al máximo y se alejarán en lo posible del ámbito político. De hecho, cinco de sus diez consejeros serán independientes: uno representará a los sindicatos, otro a las organizaciones empresariales y los tres restantes serán expertos de reconocido prestigio. Los otros cinco serán consejeros dominicales y sus plazas corresponderán a altos cargos de la Generalitat, Uno de ellos ejercerá la presidencia y tendrá voto de calidad. Su mandato será de tres años renovables por otros tres.

En un acto en el que estuvieron presentes el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y el conseller de Hacienda, Vicent Soler, Illueca explicó que el actual IVF se encuentra «constreñido» y toda su actuación depende de la capacidad de recuperación del dinero prestado, que no es mucha si tenemos en cuenta que su tasa de morosidad se encuentra por encima del 60 % debido a la política seguida en los años del PP por el instituto, que dio créditos a empresas e instituciones de dudosa viabilidad. Según Illueca, se va a intentar «cobrar lo que podamos» de esos créditos y el IVF trabajará «para que no vuelva a pasar». La ficha bancaria le permitiría obtener liquidez, como ha quedado dicho, y salir del perímetro de la Generalitat, emitir deuda. En este último caso, no obstante, el plácet debe lograrlo tras una negociación con la Intervención del Estado.

La entidad tendrá un incremento de su plantilla del 25 %, con siete altas procedentes de Ivace-Financiación, tres por cobertura de vacantes y dos plazas de nueva creación. Asimismo, la Generalitat procederá al saneamiento y capitalización de la institución que implicará la aportación de 140 millones.

Banco virtual, sin oficinas

El banco será virtual y, por tanto, carecerá de oficinas, si bien podría utilizar la red bancaria privada en según qué líneas de financiación compartidas, tal como hace el Instituto de Crédito Oficial (ICO) con la mayoría de entidades financieras del país, según explicó Manuel Illueca.

La nueva entidad nace como un banco de desarrollo empresarial, pero, como afirmó Illueca en su presentación, también pretende incluir iniciativas de carácter social, algunas de ellas puestas ya en marcha por el IVF. Entre las que citó su director general se encuentran un programa de microcréditos para desempleados en colaboración con el Servef, anticipos de subvenciones para residencias de la tercera edad, financiación de vivienda social mediante un programa específico de microcréditos y otro programa denominado «ningún municipio valenciano sin servicios financieros» en el que colaborará con las diputaciones provinciales y que tiene como principal objetivo luchar contra la exclusión financiera. La concesión de créditos a particulares es una opción que, según Illueca, «la valoraremos en el futuro».

Para la conformación de la nueva entidad, según su director general, se ha tenido en cuenta el funcionamiento y las funciones de entidades similares en el resto de España y en Europa, como el Institut Català de Finances, que tiene ficha bancaria, y «se han recopilado las mejores prácticas».