El exalcalde de Quartell, Francisco Huguet, y lugarteniente del exsecretario general del PP Serafín Castellano en el Camp de Morvedre, admitió ayer ante el juez que el exdelegado del Gobierno medió para que fuera contratado en la empresa Avialsa T-35 SL. Huguet y su mujer comparecieron ayer ante el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Sagunt que investiga el conocido como «caso Avialsa», la presunta trama de mordidas y amaño de contratos de los aviones antiincendios a cambio de regalos, que acabó con la detención de Castellano, Huguet y casi una treintena de personas más.

Sin embargo, otras fuentes aseguraron a Levante-EMV que Huguet derivó en su exteniente alcalde y también imputado en la causa, Emilio Máñez, la intercesión para trabajar en la empresa de los aviones de extinción de incendios «gracias a su amistad con el ex gerente de Avialsa (y denunciante de la trama), Francisco Alandí». Huguet también derivó en Alandí todas las decisiones que se tomaban en Avialsa T-35 SL. «Yo despachaba con Alandí, como todo el mundo. Allí no se movía nada sin que Alandí lo supiera». Huguet también aportó la copia de un cheque y el justificante de la venta de un campo de naranjos para acreditar el dinero con el que compró dos pisos y sobre el que los investigadores dudan de su orígen lícito.